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Embajadores del perdón

Jesús Martínez Carracedo, el único "misionero de la Misericordia" de la diócesis de Tui-Vigo. // José Lores

Ocho sacerdotes gallegos figuran entre los 1.200 que el Papa Francisco envió desde Roma el Miércoles de Ceniza para llevar la misericordia y el perdón de Dios a todo el mundo, con la potestad especial de absolver los pecados reservados a la Sede Apostólica durante este Año Jubilar de la Misericordia.

Juan Filgueiras, canónigo penitenciario de la catedral de Santiago y párroco de la Corticela, es uno de esos sacerdotes que ha recibido el encargo directo del Papa. El principal cometido de su nueva tarea, señala, es "anunciar la misericordia de Dios sobre toda la humanidad, sin excepción de ninguna persona. Es una llamada profética por parte del Papa, como pudimos comprobar en el acto celebrado en Roma con sacerdotes procedentes de todo el mundo". Añade el canónigo penitenciario que deben estar pendientes "de una posible llamada por parte del Papa o de un obispo para ir a predicar este mensaje a cualquier parte del mundo. Como somos más de mil, posiblemente no tendremos que desplazarnos a otros lugares, pero la posibilidad está ahí".

Además de Filgueiras, han sido designados "misioneros de la Misericordia" otros tres sacerdotes que ejercen su ministerio en la catedral compostelana: Francisco García Fraile (salesiano), José Luis Casado (Prelatura del Opus Dei) y Juan Carlos Angulo. Además de otros tres sacerdotes de la Archidiócesis de Santiago: Alfonso Mera (Muros), David Mohedano (Marín) y José Luis Ramos (Seminario Mayor). En la diócesis de Tui-Vigo ha sido nombrado "misionero de la Misericordia" Jesús Martínez Carracedo, director del Departamento de la Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal Española y vicario de la parroquia viguesa del Sagrado Corazón. Todos ellos estuvieron el Miércoles de Ceniza en el Vaticano para recibir ese encargo específico de manos del Papa Francisco. Con ellos estuvo también el sacerdote gallego Miguel López Varela, que trabaja en Roma para el Consejo Pontificio de la Nueva Evangelización.

En la Sala Regia del Palacio Apostólico participaron en una audiencia con el Papa Francisco, que, como anécdota, les contó como a él le había cambiado la vida la confesión que hizo el 21 de septiembre de 1953, de la que no recordaba lo que le dijo el confesor, pero sí la acogida con la que lo recibió: "¿qué me dijo el sacerdote? No me acuerdo. Sólo recuerdo que me sonrió e después no sé que sucedió. Es recibir como padre".

En la catedral de Santiago están organizando diversas actividades, entre ellas conferencias cuaresmales y actos penitenciales. Por el número de peregrinos que acude, Compostela es, sin duda, uno de los lugares privilegiados del Año de la Misericordia, de ahí que hasta cuatro sacerdotes de la misma han sido designados por el papa Francisco para esa tarea. "Es un privilegio especial del propio Papa por ser una catedral de peregrinación, un lugar a donde la gente viene en busca de algo y se encuentra con un apóstol que les lleva al encuentro con el Señor; y este Año de la Misericordia se está notando en un mayor número de confesiones", señala Juan Filgueiras.

José Luis Casado, uno de los sacerdotes que confiesa en la Catedral de Santiago, espera "que muchas personas descubran que Dios es verdaderamente un Padre misericordioso". Sobre el encargo que les encomienda el Papa comenta José Luis Casado que han de estar disponibles "para atender las peticiones de los obispos y de los párrocos en los servicios específicos de esta Año Jubilar. También se nos ha concedido la facultad de perdonar algunos pecados reservados a la Santa Sede, concretamente: la profanación de la Eucaristía, la violencia física contra el Papa, la absolución del cómplice en pecado contra el sexto mandamiento y la violación directa del secreto de confesión".

"La experiencia de este mes -añade Casado- ha sido gozosa, por la confianza de la Iglesia en nosotros para ser signos visibles de la Misericordia de Dios con nosotros mismos y con todos los hombres. Mi percepción es que el mundo católico ha recibido este deseo del Papa de modo práctico y que muchas personas se han propuesto hacer servicios a los demás para hacerles la vida más agradable".

Borrón y cuenta nueva

En palabras de Jesús Martínez Carracedo, "lo que nos ha dicho el Papa es que en este año todo el mundo pueda hacer borrón y cuenta nueva tras una confesión y empezar de nuevo. Es lo que sucedía en el año jubilar de Israel que aparece en el libro del Levítico: además del perdón espiritual tenía unas consecuencias sociales, porque a los 50 años se volvía a una situación de igualdad para todos y se empezaba de cero".

Comenta también que estas semanas de Cuaresma son un momento especial para hablar de la misericordia de Dios. "Misioneros de la Misericordia -refiere- debemos ser todos los curas, pero con este encargo del Papa de predicar y confesar soy el único en la diócesis de Tui-Vigo, por lo que he participado de forma más activa en charlas cuaresmales en varios lugares". También ha impartido un retiro a jóvenes de la diócesis en Trasmañó y ha confesado en la iglesia de María Auxiliadora y en la concatedral de Vigo, además de en su parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.

Alfonso Mera, que está al frente de tres parroquias en la comarca de Muros, afronta "con ilusión y con una gran responsabilidad" su nueva tarea como "misionero de la Misericordia". En su opinión, lo primero que deben hacer es "experimentar esa misericordia de Dios en nosotros mismos, viendo con humildad lo que necesitamos, para después llevar esa misericordia a los demás".

Imagen distorsionada de Dios

En su caso, se centrará en las parroquias que ya atiende, aunque "estamos disponibles a que nos llamen de cualquier otra parte para participar en charlas o celebraciones penitenciales". De momento está empezando a concretar el encargo recibido del Papa y entre sus objetivos está el "llegar a gente que no está cerca de la Iglesia, pero también es cierto que dentro de la propia Iglesia a veces estamos lejos de percibir esa misericordia de Dios, su verdadero rostro, porque mucha gente tiene una imagen distorsionada de Dios. Lo difícil es llegar tanto a unos como a otros".

En la reunión que mantuvieron en Roma, el Papa Francisco les expresó su deseo de que como confesores sean "accesibles, amables, compasivos y atentos especialmente a las difíciles situaciones de las personas particulares".

A nivel parroquial, Alfonso Mera está intentando organizar alguna actividad específica, como un retiro cuaresmal que celebraron este pasado viernes. "También dedicaré más tiempo al sacramento de la Penitencia y a la predicación de la misericordia de Dios", concluye.

Podrán absolver...

  • Los "misioneros de la Misericordia" estarán autorizados a absolver durante este año estos cuatro pecados graves, habitualmente reservados a la Santa Sede.1. La profanación de las especies (hostias y vino consagrado) de la Eucaristía robándolas o guardándolas para algún propósito sacrílego.2. El uso de la fuerza física contra el Romano Pontífice.3. La absolución de un cómplice en un pecado contra el sexto mandamiento (por ejemplo si un sacerdote tiene relaciones sexuales con una mujer o con otro hombre, luego lo confiesa y lo absuelve de ese pecado).4. La violación del secreto de confesión por parte del confesor.Como todos los demás sacerdotes con ocasión de este Año Jubilar, los "misioneros de la Misericordia" también podrán absolver el pecado del aborto.

Congresos, retiros y cartas pastorales

  • "Reconciliación y misericordia" es el lema del Congreso de Teología que se desarrollará en Santiago los próximos días 7 y 8 de marzo, organizado por el Instituto Teológico Compostelano, al que asistirá, entre otros invitados, el arzobispo emérito de Barcelona, monseñor Lluis Martínez Sistach. Esta cita permitirá abordar distintas perspectivas teológico-pastorales sobre el sacramento de la Penitencia. El título del congreso expresa el objetivo del encuentro: presentar el estado actual del sacramento de la Penitencia identificando los principales campos de debate, a la luz del Año de la Misericordia.Por otra parte, durante estas semanas de Cuaresma se suceden los retiros espirituales en diversos lugares de la comunidad gallega, con la Misericordia de Dios como punto de partida. Jesús Martínez Carracedo, por ejemplo, ha predicado un retiro para jóvenes en el monasterio de las Benedictinas de Trasmañó. Alfonso Mera está haciendo lo propio en Muros, donde atiende tres parroquias.Los obispos de las distintas diócesis gallegas están impulsando también el Año de la Misericordia. Entre este viernes y ayer sábado se celebraron en la concatedral de Vigo las "24 horas para el Señor", con una exposición del Santísimo. El acto lo abrió y lo clausuró el obispo de la diócesis, Luis Quinteiro Fiuza, quien además acaba de presentar una carta pastoral titulada "Bienaventurados los misericordiosos. La caridad y la misericordia fundamento de nuestra acción pastoral", en la que propone todo un programa para este Año Jubilar de la Misericordia que vive la Iglesia.

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