En una tierra de la que brotan manantiales, pincelada de verde entre el Monte Xesteira y los ríos Umia y Gallo, Cuntis puede presumir de agua, historia, paisaje y gastronomía. Muy cerca de la villa termal, en la parroquia de Troáns, A Pedreira era antaño una acomodada casa de labranza. Desde 2008 es un pequeño hotel rural lleno de encanto en el que la armonía con la naturaleza está presente en todo momento, un auténtico lugar mágico del que es imposible no quedarse prendados. Lo mismo le pasó a su propietaria, Marian Gómez, una tarde de septiembre. Desde entonces se ha volcado en que aquí convivan armoniosamente la calidad y el confort con el encanto de lo diferente y el calor de lo personal. A su cuidada decoración y a sus ocho mil metros de finca suma una gastronomía basada en el producto autóctono y de temporada cocinado con mimo, la sabiduría del recetario tradicional y la presentación contemporánea.
El tiempo se detiene al entrar en esta casona de generoso jardín y muros centenarios, luminosa y sosegada en la que el momento de mesa y mantel se transforma en un deleite para los sentidos. Aquí se degusta materia prima de proximidad, de temporada, de mar, de huerta..., que da como resultado platos sabrosos como las setas que ya tienen fama o los arroces que también han sido mediáticos, además de otros manjares que pueden ir desde un salmón a tiernas carnes gallegas, con elaboraciones que se adaptan a los meses y las estaciones. En A Pedreira pronto empezarán una nueva propuesta culinaria que irá cambiando cada trimestre en función del producto de época, un nuevo espacio gastronómico pequeño y coqueto en el que el detalle y la atención armonizan con los sabores. Los comensales podrán escoger entre cuatro primeros, cuatro segundos y un par de postres tan apetecibles como los platos. Todo acompañado por una cuidada carta de vinos en la que tienen protagonismo los albariños, godellos y ribeiros en blancos, y mencía y rioja en tintos.
En el exterior de la casa hay dos grandes terrazas, y numerosas zonas verdes para disfrutar de la naturaleza. Los 8.000 metros de finca se han transformado en un cuidado jardín en el que la piscina armoniza con el hórreo y el palomar, emblemas en otros tiempos de la pujanza de la vieja casa labrantía.
"a diario una manzana eS cosa sana"
- Eso es lo que dice el refrán. Y también " Una manzana al día del médico te alejaría" o, en su versión inglesa: "An apple a day keeps the doctor away", rezan los viejos dichos, que parecen tener una sólida base.Y aunque no sea suficiente comer una manzana a diario para no tener que visitar a los galenos, sí son muchas sus propiedades beneficiosas para el organismo. Existen más de mil variedades, por lo que siempre se puede encontrar alguna en su mejor momento. Un 85% de su composición es agua, por lo que resulta muy refrescante e hidratante. Además es una fuente de fibra, ya que contiene pectina, fibra soluble, aminoácidos esenciales como la cistina y se aconseja en dietas y para diabéticos por ser la fructosa el azúcar que contiene en mayor proporción.La manzana ha sido un fruto simbólico a lo largo de la historia, tal como refiere "El libro sabio de las frutas y las verduras" del Ministerio de Cultura. Se cita en la Biblia como el fruto prohibido. Sin conocer su composición, la sabiduría popular siempre le ha atribuido virtudes saludables. Se cree que ya existía en la prehistoria, tal y como lo demuestran restos arqueológicos que se han encontrado en excavaciones neolíticas. En el siglo XII a.C. el manzano era cultivado en los fértiles valles del Nilo en tiempos del faraón Ramsés III. La manzana fue introducida en la Península Ibérica por los romanos y los árabes. Y en el siglo XVI, los conquistadores españoles extendieron su cultivo al Nuevo Mundo. Y cien años después, desde Iberoamérica, el manzano emigró a América del Norte.Su madurez se comprueba asiéndolas por el centro y efectuando una ligera presión: si la carne es firme o la piel solo se arruga ligeramente, está en su mejor punto de sazón. Se conservan en perfecto estado durante días a temperatura ambiente y es un fruto idóneo como postre o en ensaladas. También en salsas, guisos, compotas, mermeladas y zumos, y como ingrediente principal en repostería: tartas, empanadas, etc.
La receta. Mar y montaña: pollo con langostinos
- Ingredientes: Pollo campero, langostinos, almendras, caldo casero de pollo, ñoras, sal, aceite de oliva. Paso a paso: 1 En aceite caliente se dora el pollo. 2 Se hace la picada con almendras, ñoras, un poco de coñac y pan tostado. Se añade el caldo casero de pollo y se deja un rato a fuego. 3 Se cuece en el horno durante unos cuarenta y cinco minutos. 4 Se acompaña de los langostinos y de la salsa.
El postre. Milhoja de nata
- En el capítulo de postres de A Pedreira figuran suculencias caseras como las milhojas de nata y crema de café, bocado delicioso e irresistible que hace las delicias de los comensales, degustadores también de otros postres tradicionales como las filloas rellenas.
VISITA OBLIGADA. Miradores
- Cuntis es conocida por sus aguas termales y por su patrimonio. El casco urbano conserva interesantes casas señoriales y el río Gallo permite un hermoso paseo fluvial. A unos 300 metros del centro está el convento de San Bieito y en dirección este se ubica el Parque de Maráns, un buen lugar para disfrutar de una vista panorámica de la villa y sus alrededores. En la parte superior está El Sagrado Corazón de Jesús realizado por Francisco Asorey en 1945.
