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El boom del humor gallego

Carlos Blanco y Luis Davila, en su espectáculo "Menú do día". // José Lores

El nuevo Outlander gana puntos esenciales para los automóviles del segmento D, en el área de calidad exterior percibida, con multitud de detalles minuciosamente elaborados. Hay muchos ejemplos y, en el caso del Outlander PHEV, pueden citarse un acabado negro piano en los biseles de las luces antiniebla delanteras, una nueva y sofisticada pintura "Ruby Black Pearl" hasta las llantas de aleación de 18" bitono "fuller" de nuevo cuño, cuyo diseño de radios más elaborado ofrece un aspecto más sólido tanto al ICE como al PHEV.

Con una longitud superior en 40 mm (hasta 4.695 mm), estilizado, más sustancial y mejor acabado, el nuevo Outlander (2016) es finalmente un vehículo claramente renovado respecto a su predecesor inmediato.

El Outlander PHEV viene equipado con un motor gasolina 2.0 que desarrolla una potencia de 121 cv. Este motor entra en funcionamiento cuando la batería eléctrica se queda sin carga. Además, el vehículo viene equipado con dos motores eléctricos, uno delantero y otro trasero, que desarrollan una potencia de 82 cv cada uno. Los dos motores vienen alimentados por una batería de Li-ion 300V y 12kWh.

Siempre que la batería esté cargada, el vehículo funciona en modo eléctrico. Totalmente silencioso su conducción es plancentera y agradable. Mediante la pantalla multifunción, se puede ver en todo momento el funcionamiento del sistema eléctrico, así como su consumo y la batería pendiente. Utilizando las levas del volante, desde B0 a B5, se puede conseguir que si soltamos el pie del acelerador al llegar, por ejemplo a una rotonda, el vehículo frene solo ayudando a la carga de la batería y, por lo tanto reduciendo su consumo. En el momento en el que la batería se agota, nunca llega al final para que no se estropee, entra en funcionamiento el motor de gasolina. Mientras está este en funcionamiento, se puede conseguir que la batería se vaya cargando poco a poco, con lo que se consigue que mezcle la conducción eléctrico con la del motor de gasolina.

Durante la presentación del Mitsubishi Outlander, hemos podido hacer una prueba de consumo sobre un recorrido de alrededor de cien kilómetros, y la realidad fue que los consumos fueron extraordinarios, con una media de 1.7 litros a los cien.

El vehículo viene con dos tapas de depósito. A la izquierda para la gasolina y a la derecha para la recarga eléctrica. Esta recarga se puede hacer de dos formas diferentes. En la primera de ellas, lo que podríamos denominar carga convencional, el tiempo de recarga es de unas cinco horas. La otra forma de carga es la denominada "rápida", y mediante un conector especial se puede lograr que el 80% de la batería esté cargada en treinta minutos. El precio es otra de las buenas noticias de este Mitsubishi Outlander, pues con todas las ayudas ronda los treinta y cinco minutos euros.

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