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Francisco Crusat López | Abogado,bodeguero, exsecretario e interventor municipal

"De republicano pasé a empedernido juancarlista y ahora soy felipista"

"Cuando consigues aprobar un plan xeral, los datos con los que has contado para redactarlo están ya desfasados. Hay demasiada burocracia"

En su casa de Pobra do Caramiñal, sita en un paraje paradisíaco en la parroquia de Santa Cruz de Lesón. // Archivo familiar

>> Como esforzado estudiante, Paco Crusat había dirigido sus pasos, tras acabar la carrera de Derecho en Santiago, a ganar las oposiciones a abogado del Estado, pero el azar en forma de enfermedad le impidió presentarse, reorientando entonces su esfuerzo a las de secretario municipal y luego de interventor. Su primer destino fue cerca de Madrid, luego en esas islas Canarias para él inolvidables en las que empezó su militancia activa en el PSOE allá por 1975. Después se trasladó a Rentería cuando el País Vasco era un explosivo incontrolado. Vigo vino después, en aquellos transcendentales años 80 en que la ciudad empezó a cambiar su faz y él tuvo amplias atribuciones como secretario general con Manuel Soto, y por fin estuvo en Nigrán como interventor, combinándolo todo con su despacho privado. Amante de los caballos, del mundo submarino, de la vela...cuando le tocó jubilarse en vez de visitar obras no se le ocurrió sino enamorarse de algo tan bello como el vino, mundo en el que creó cuatro marcas en A Pobra do Caramiñal, además de una casa rural en paraje paradisíaco que lleva su mujer. Así cuenta su vida.

>> Soy un nativo puro de las Rías Baixas, aunque mi apellido Crusat pueda inducir a engaño. Al contrario, viene de mi tatarabuelo catalán, que a principios del XIX formó parte del aluvión de catalanes hacia la costa gallega para comprar pecado, salazonarlo y enviarlo al Mediterráneo. Mi familia se estableció en Pobra do Caramiñal y de la salazón pasó a la conserva y a la elaboración de madera como otras catalanas. Toda la ría de Arousa se volcaba en Vigo, era nuestra capital natural y por su puerto embarcábamos todos nuestros productos, así que los míos estuvieron siempre muy vinculados a Vigo aún cuando se hubieran radicado en Pobra o Ribeira.. Mi padre y mi tío estudiaron en los Salesianos y, si mi tío Antonio jugó en el Celta y luego fue directivo. mi progenitor estuvo en la guerra como alférez provisional, pasó a la academia después y se integró en el ejército. Un destino suyo fue Ourense, donde yo nací en 1942 aunque a los pocos meses le destinaron como capitán de la Policía Armada a Vigo y ahí transcurrió toda mi infancia y la de mis 4 hermanos. Vivimos en la calle Arenal, semiesquina con República Argentina, frente a una parada de carros de caballos y a la casa que habitaban dos hermanos policías municipales, muy conocidos por su seriedad y bondad, por su altura inmensa en aquellos tiempos y porque eran evangelistas, que apenas había. Cerca estaba el bar Joaquín, la delegación de Aguas de Mondariz y los coloniales de la señora Clementina donde aún llegué a ir con las cartillas de racionamiento.

>> Un poco más allá, el colegio del Niño Jesús de Praga donde aprendí mis primeras letras con Sor Dolores. A partir de los 9 años me fui a los Jesuitas, donde recuerdo a los hermanos Cubilllo y Merino como religiosos y como compañeros a José María Massó, a Sanjurjo, a los hermanos Fernández de la Cigoña, a Avendaño Gascón? y donde estuve hasta cuarto de Bachiller porque mi padre fue destinado como comandante a Pontevedra. Recuerdo a los Jesuitas de aquellos años 50 como un colegio progresista, en el que nos inculcaban el afán de lectura aunque también nos obligaban a la misa y rosario diario. El Bachillerato Superior lo hice en Pontevedra, en el riguroso colegio de la Inmaculada, donde un profesor providencial, Blas Arias, me hizo aprender latín y griego a machamartillo, lo que agradecí más tarde. El preuniversitario lo hice en el instituto con profesores que nunca olvidaré como Filgueira Valverde, cuyas clases eran pocas pero conferencias magistrales como la que me deslumbró sobre la lírica medieval galaico portuguesa, o aquel otro que durante tres meses de 1957 nos dio Filosofía marxista cuando Marx era un diablo para el régimen franquista. Un enorme descubrimiento para mí que abrió ventanas a mi futuro. En 1959 me matriculé en Derecho en Santiago donde recuerdo a profesores como Álvaro d´Ors en Derecho Romano, a Lucas Verdú, discípulo de Tierno Galván que estrenaba destino como catedrático, o a Alfonso Otero "Margarito" y sus clases emocionantes sobre Historia del Derecho. La de Santiago era una sociedad cerrada en aquellos años de 1959 a 1964, la vida universitaria aún era parecida a la de la Casa de la Troya. Es que hasta los bailes estaban entonces prohibidos, salvo el universitario una vez por semana. Mis inquietudes sociales las catalicé por el alistamiento en la Juventud Obrera Católica. Otra cosa sería difícil para un estudiante como yo que empezó con monjas, siguió en un colegio de curas y en Santiago residía en La Estila, del Opus Dei.

>> A finales de 1964 empecé a preparar oposiciones para abogado del estado, 12 plazas en España cada dos años, así que estudiaba 12 horas diarias seis días a la semana pero una infiltración tuberculosa me echó por tierra en 1966 esos planes a los dos años, ya que me enviaron a un sanatorio militar a la sierra de Madrid. Menos mal que como hijo de jefe estaba en lugar preferente, en habitaciones para mandos del ejército, mientras que soldados o clase de tropa estaban en naves colectivas. Vi casos muy duros en aquellos siete meses. El director de aquel hospital era cirujano, procedente de esa vieja cultura antituberculosa que quería curar cortando costillas para aplastar e inmovilizar o cortar la parte afectada, pero ya empezaban los tuberculoestáticos que iban a erradicar la enfermedad de España. Aquel apartamiento fue frustrante para mis planes pero aproveché que salieron unas oposiciones para secretario de administración local y las gané con el número 4 de 55 plazas.

>> Mi primer destino como secretario municipal lo pedí lo más cerca de Madrid, en Villarubia de los Ojos del Guadiana, en las Tablas de Daimiel. Eso me permitía escaparme tres días a la semana as una academia de la capital para preparar las oposiciones a Interventor que también gané, lo que me permitió en el futuro trabajar como secretario o interventor en los ayuntamientos. El siguiente destino, en 1971, fue el Ayuntamiento de Las Palmas y en 1973 a Maspalomas, concliándolo con mi despacho privado de abogado. Como voluntario me incorporé a las Cruz Roja del Mar, formando un grupo de submarinistas amateurs que hizo no pocos rescates, fuera de objetos o personas., como un avión con su piloto aprisionado y muerto en su interior. Estuve en Canarias hasta 1978, una de las épocas más intensas de mi vida. Mucho trabajo profesional pero allí empecé también mi activismo político, desarrollando la UGT y el PSOE en esas islas como Secretario de Formación a partir de 1975, incorporándome en la plataforma de convergencia del colegio de abogados.

>> En 1976 el rey Juan Carlos hizo su primera visita oficial al exterior invitado a Francia y yo estaba allí porque había ganado antes un concurso europeo para funcionarios junto a otros tres españoles. Y como estaba en el Instituto Internacional de Administración Pública de París y pertenecía al PSOE repartí folletos en contra de su visita, porque el partido entendía entonces que Juan Carlos sucedía a Franco para mantener la situación anterior. Después, el tiempo me hizo pasar de republicano a juancarlista empedernido y ahora felipista. Tuve claro que España, por su división territorial e ideológica tan grande, justifica una persona no nombrada electoralmente ni sometida al debate político, que represente al Estado. ¿Hubieran aceptado a Fraga los comunistas o vascos como presidente de la República? Por razones ideológicas o territoriales en España un presidente de la república sería un objeto de defensa para unos y escarnio para otros, carne de cañón.

>> Rentería fue mi posterior destino en 1978 y allí, nombrado secretario de asuntos municipales, al saber de mi experiencia política anterior me encargaron desarrollar el proceso de gestoras. Se trataba de provocar la dimisión de los concejales franquistas y sustituirlos por gestores hasta que llegara la democracia a España. Aparte de funcionario, era militante del PSOE ,partido que no estaba por violencia alguna en aquellos años de asesinatos etarras etarras.

>> En 1979 volví a Galicia destinado como secretario al ayuntamiento de Vilagarcía y participé en las primeras elecciones locales como cabeza de lista del PSOE por Ribeira, donde además tenía despacho. En 1984 gané por oposición un concurso de secretarios de primera y me nombraron secretario del Ayuntamiento de Vigo con Manuel Soto de alcalde. Soto era muy respetuoso con la legalidad y creo que entendió lo qué era una secretaría general de un Ayuntamiento con tantos servicios, dándome la coordinación de servicios .Hoy un secretario se limita a ser fedatario de las decisiones municipales y los servicios municipales se convierten en reinos de taifas. Eran años en que Vigo padecía una enorme deficiencia de infraestructuras básicas que hubo que afrontar. Yo creo que Soto, muy hábil para obtener consensos, fue el mejor alcalde en la ciudad hasta la llegada de Caballero, que a lo mejor lo supera. Y gracias a la aprobación del Plan General se dotó a Vigo de gran estabilidad jurídica en el desarrollo urbano. Fueron años difíciles porque salió en 1985 una nueva Ley de Regimen Local que obligaba a muchas nuevas interpretaciones, como la representación en la Caja, la ubicación de Alcampo en la Avenida de Madrid, etcétera.

>> Hoy el nuevo Plan Xeral ha sido anulado a finales de 2015 por el Supremo porque faltaba un documento básico. Sea o no o cierto, debería poder simplemente aprobarse en el Pleno y convalidar el planeamiento pero la burocracia nos pierde, es lentísimo y farragoso el proceso de los planes generales dando lugar a situaciones esperpénticas como la que hoy vive el Ayuntamiento de Vigo. Tal es la cosa que, cuando consigues aprobar un plan, los datos urbanos con los que has contado están ya superados por la realidad. Pero, hablando en positivo, esta paralización es un buen momento para hacer el planeamiento secundario porque no hay todavía presión edificatoria.

>> De Vigo, tras ser anulado mi nombramiento al prosperar judicialmente, tras más de 4 años de trabajo, un recurso de otro aspirante, pasé como interventor a Nigrán, donde estuve bastantes años. Cuando me jubilé la admiración por mi tierra me llevó a comprar una finca en Pobra do Caramiñal, a tener unos cuantos caballos y a aprovechar unos viñedos con cepas antiguas procedentes de foros del Convento de la Merced. Casi sin darme cuenta me convertí en a medida que iba aumentando la superficie de viñedos. En este mundo si no estás enamorado del mágico proceso, como en la pareja, no sobrevives y yo estoy. Tengo un albariño sobre lías, Altares de Postmarcos, otro llamado Casal do Monte, y estamos sacando dos nuevos: Vulpes, con uva raposa, y Komokarbras,albariño pasado por madera. Como a pesar de estar en el centro geográfico de la DO Rías Baixas no estamos dentro de ella por razones políticas, mientras que están municipios del interior desde Viladecruces a Creciente, conseguimosde la Xunta que nos reconocieran la Indicación Xeográfica Conocida Barbanza e Iría, una DO en pequeño de la que soy presidente, desde Porto de Son hasta Padrón, Cesures, Valga... Esto ocupa mi vida ahora, ya con 73 años, cuando muchos prefieren vivir una jubilación tranquila.

"fui testigo del saqueo de rentería"

  • "Cuando estaba destinado en Rentería, viví aquel saqueo del pueblo realizado por una compañía desbocada de la Policía Armada, que no se plegó a las órdenes del gobernador civil influidos por tantos atentados de ETA y rompían todo lo que encontraban a su paso. ¿Quién era el único funcionario que a esas horas de comer estaba en el ayuntamiento? Pues yo solo con un bocadillo, trabajando mientras todos comían. Allí recibí la llamada desesperada del gobernador civil desde San Sebastián pidiéndome que hablara con el capitán para que retirara la fuerza. A la calle me fui en su busca entre policías en un estado de excitación sospechoso. Me miró y ordenó que se retirasen. Respiré".

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