El mejor triatleta de todos los tiempos. Así se conoce a Javier Gómez Noya, el superhombre ferrolano que logró en septiembre su quinto título mundial. Cinco coronas que se convierten en hito del deporte mundial y le refuerzan como héroe del deporte español. La guinda la buscará en Río 2016, a por ese oro olímpico que le falta (fue plata en 2012), pero esa será otra historia y ya habrá tiempo de contarla.

La final de Chicago, tras una temporada extraordinaria en la que ha demostrado un nivel de rendimiento máximo durante diez meses, fue un bonito duelo con Mario Mola, que acabaría segundo tras él en la general del Mundial. Fue una bonita lucha donde Gómez Noya realizó varios cambios para dejar a su compatriota, que aguantó cada envite y lanzó el suyo con una fuerza tremenda. El gallego no pudo seguirle, pero era feliz. Con su segunda plaza (Mola le hizo una reverencia cuando cruzaba la meta con el puño levantado), tenía el Mundial en el bolsillo. Ambos se volvieron a ver en el podio final, como primero y segundo de las Series Mundiales donde los españoles han dominado. Tanto Mola como Noya han ganado dos de las diez pruebas, en la que ninguna se ha acabado sin españoles en el podio.

Gómez Noya logra así un título con el que supera los cuatro que logró el británico Simon Lessing (1998, 1996, 1995 y 1993), cuando el Mundial todavía se resolvía en una sola cita. Noya, que creció admirando al propio Lessing y con Iván Raña (campeón en 2002) como maestro, conoció esa época (lleva en la élite desde 2002 y ganó su primer Mundial en 2008), pero su leyenda la forjó en el formato actual, que consta de las llamadas Series Mundiales con diez pruebas alrededor del mundo. Ahora, con 32 años y con el punto de mira puesto en Río (y, posteriormente, en los triatlones de larga distancia), son sus compañeros y rivales los que le miran como un referente (de los 10 primeros, sólo él pasa de la treintena). Y no es para menos. Es el mejor triatleta de todos los tiempos. El año Javi Gómez Noya lo despide regresando poco a poco a los entrenamientos después de haber disfrutado de un mes de descanso después de una temporada salvaje. La hora de cargar las pilas para el gran desafío que le espera en 2016, llegar al 18 de agosto en las mejores condiciones posibles para tratar de buscar el oro olímpico, con el que pondría la guinda que le falta a su impresionante palmarés. Este año se ganó el pase directo a Río (lo tendría como campeón del mundo) al ganar la prueba test que se organizó en el circuito donde competirán en agosto. También ganó. Lo hizo con plena autoridad y demostrando su capacidad para adaptarse al terreno en el que se va jugar las medallas dentro de unos meses. Un buen antecedente que hay que consolidar con las medallas en juego. Pero Gómez Noya se ha ganado el derecho a que se le considere el mejor deportista gallego de la historia junto a David Cal.