Abel Caballero pulverizó todos los registros electorales en la historia de la Corporación viguesa al arrasar en las elecciones municipales del pasado 24 de mayo con una apabullante mayoría absoluta, al hacerse con 17 de los 27 concejales. Para que revalidara la Alcaldía por segunda vez, más de 73.000 electores depositaron su confianza en el candidato socialista, superando el récord que hasta entonces ostentaba el popular Manuel Pérez, con 69.095 papeletas y 15 ediles en los comicios de 1995. Tampoco encontró parangón el ascenso, con seis actas de una tacada: 23. 000 apoyos más.

En un panorama político estatal con el voto atomizado, los electores vigueses demostraron ir a contracorriente y no solo concedieron a Caballero la única mayoría absoluta en las grandes ciudades gallegas, sino que lo convirtieron en el alcalde más respaldado de las 112 mayores ciudades españolas. El resultado le reportó los aplausos de Ferraz, convirtiéndose en un referente del socialismo y, en septiembre, lo colocó al frente de los 8.000 regidores españoles como presidente de la Federación de Municipios y Provincias.

Frente a la arrolladora victoria del PSOE, el PP sufrió el mayor descalabro de su historia, al perder seis ediles y, con siete, quedarse relegada a segunda fuerza por primera vez desde 1991, cuando se estrenaron con esas siglas. Con respecto a los comicios de 2011, se dejó la friolera de 32.740 tras un proceso de elección de su candidata que dio mucho que hablar. La incógnita se mantuvo hasta cuatro meses antes de la cita con las urnas y el nombramiento llegó de Santiago. La escogida fue la, por aquel entonces, conselleira de Facenda, Elena Muñoz.

El mayor varapalo lo recibió el BNG, que perdió los tres escaños que tenían en Praza do Rei. Sus apoyos se desplomaron en más de 9.500 y los 6.800 que recibieron no fueron suficientes para mantener su representación. Marea de Vigo, que se estrenaba en unas municipales, se hizo con sus actas. La formación, encabezada por el portavoz de Esquerda Unida, Rubén Pérez, surgió de la coalición de EU, Anova, Equo y Espazo Ecosocialista. A diferencia de otras ciudades como A Coruña o Santiago, no incorporó a Podemos. La formación morada en Vigo renunció a concurrir al 24M. Sí lo hicieron integrados En Marea siete meses después, en el 20D, y la victoria arrollardora fue para ellos, aupándose como primera fuerza, por encima del PP, perdió un diputado y se quedó en tres,- y del PSOE, que mantuvo dos.

El PP pierde la hegemonía en la Diputación

La jornada negra que el PP vivió el 24 de mayo culminó con la pérdida de la mayoría absoluta en la Diputación de Pontevedra por primera vez en la historia en democracia. Aunque el popular Rafael Louzán trató de retener el bastón a toda costa, ofreciendo un "pacto sin límites" al BNG, los nacionalistas prefirieron al PSOE para sellar el pacto de gobierno. Con él, auparon a Carmela Silva como la primera mujer que preside la Administración provincial.