El año que se cierra ha sido el de los grandes avances en el proceso impulsado por la Diputación de Ourense para lograr la declaración de la Ribeira Sacra como Patrimonio Mundial por parte de la Unesco. El Mosteiro de San Pedro de Rocas, en Esgos, fue escenario el pasado mes de julio de la entrega de los informes técnicos por parte de las diputaciones de Lugo y Ourense a la Consellería de Cultura de la Xunta para apoyar la candidatura respaldada por el gobierno gallego y la institución del Valedor do Pobo. Recientemente el presidente de la diputación ourensana, José Manuel Baltar, mantuvo un encuentro con el arzobispo de Madrid y exobispo de Ourense, Carlos Osoro, y también manifestó su apoyo a esta candidatura.

La memoria científica elaborada por un equipo multidisciplinar de la Universidad de Santiago de Compostela sustenta la solicitud de la declaración por parte de la Consellería de Cultura de la calificación de Bien de Interés Cultural, BIC, para la zona. Se trata de un trámite fundamental para que la demanda se eleve al Gobierno del Estado y sea debatida en la Unesco cuando corresponda.

José Manuel Baltar pidió en la cumbre de San Pedro de Rocas "máxima celeridad" a la Xunta en la tramitación del expediente BIC para poder celebrar esta distinción cuanto antes ya que supone un "reconocimiento internacional de algo que para nosotros ya es patrimonio mundial". El documento se enviará al Ministerio de Cultura para su aprobación por el Consejo del Patrimonio Histórico Español y posterior presentación por el Reino de España ante el Centro de Patrimonio Mundial para que sea evaluada por el comité. Este proceso no tiene fecha y podría demorarse dos o tres años.

El presidente José Manuel Baltar no duda de que esa certificación oficial "supondrá que no solo esos ayuntamientos que conforman la Ribeira Sacra sean patrimonio mundial, sino por extensión toda la provincia, y será un reclamo turístico más".