Las urgencias de O Salnés van a ser, por fin, atendidas. A punto de concluir la ampliación del Hospital de O Salnés, empieza a notarse un cierto aire de satisfacción porque en alrededor de entre dos o tres meses se subsanará un grave problema sanitario para los pacientes que se hacinan en un ínfimo espacio de consultas.

La ejecución de esta obra ha sido posible gracias a la sensibilidad europea que la incluyó en el Plan Feder 2007-13. El retraso en su ejecución, el fracaso de todas las instituciones gallegas, que en ningún momento han pisado el acelerador para invertir los ocho millones de euros procedentes de Europa.

Pero subsanados estos trámites administrativo-políticos, por fin comenzó la construcción del edificio anejo en el que además de Urgencias va a albergar los cinco quirófanos del centro hopitalario.

El traslado de estos servicios al nuevo edificio permite habilitar otros huecos para Obstetricia y un centro de día.

En definitiva, aunque el Hospital seguirá siendo pequeño ya que el área no se aumenta, las 80.000 cartillas asignadas van a contar la respuesta que se merecen. al menos dejarán de ser ciudadanos de segunda, aunque las principales asistencias médicas sigan en Pontevedra o Santiago.

Usuarios y profesionales se congratulan de que al menos la puerta de entrada a los servicios hospitalarios se dignifique.

No parecía de esta época que un enfermo grave tuviera que compartir su intimidad con otro, pues solo una cortinilla semiopaca les separaba.

Esa tercermundista situación se corrige ahora cuando el espacio de Urgencias se triplique y, por tanto, médicos y pacientes puedan tener ese espacio de comodidad.