>> Salvo el marinerito que vistió en la Primera Comunión, nada en sus antecedentes hacía presagiar que la mar iba a ser su vida y aún más naciendo en tierra de secano, pero acabó su carrera en las más altas responsabilidades de la Marina de Guerra, como almirante. De Alférez de Navío a Ayudante de Campo del Rey, pasando por el mando del portaaviones Príncipe de Asturias, Rafael Lorenzo hizo un largo camino sembrado de responsabilidades militares, desde Piloto de Helicópteros hasta diplomado en Mando Naval o Guerra Naval, desde el mando de un cazaminas a un portaaviones o el Grupo de Combate de la Flota. Ferrol y la ETEA en Vigo fueron etapas de esa trayectoria que entreveró destinos en tierra a embarcado,fuera como profesor, Secretario de Esta do Mayor, Almirante Director General de la Política de Defensa o el Mando de la Fuerza Marítima Europea pero tan altas responsabilidades no le hacen olvidar que fue Comodoro del Monte Real Club Internacional de Yates de Baiona ( 1973/78), villa en la que habita, tras pasar por esa dura vida militar en la que tuvo tiempo de tener 6 hijos..
>> "Nací en la Gran Vía de Madrid, en 1939, seis meses después de terminar la Guerra Civil. Según me contaron mis padres años después, la caída de obuses era algo habitual en aquella calle. Mi padre era de Vigo y mi madre madrileña. Tuvieron tres hijos. Él era empresario, industrial se decía entonces. Fundó con otros socios Profidén, marca de gran éxito hasta que se vendió a la Bristol Mayers. Fue delegado y apoderado de Alonarti y La Artística, las empresas de Don Eugenio Fadrique. Mi madre era Profesor Mercantil y Actuario, pero se dedicó a su hogar. No ha habido antecedentes familiares marinos, vocación pura. El corporativismo para ingresar en la Escuela Naval había empezado a desaparecer y los ascensos por selección, en lugar de por antigüedad, estaban próximos a establecerse. La estancia en la Escuela Naval fue realmente dura. Todavía se aplicaban métodos heredados de unos instructores alemanes que estuvieron allí destinados. Los plantones, las flexiones, las carreras, las mudas, etc. eran los castigos que se aplicaban para corregir las pequeñas faltas. Pero con el paso del tiempo creo que todo contribuyó a potenciar valores después necesarios como el compañerismo, la lealtad, el espíritu de sacrificio o la disciplina para convertirnos en hombres hechos y derechos. El viaje del "Elcano" compensó tantos esfuerzos".
>> "Los fines de semana que nos dejaban veníamos a Vigo a pasarlo como francos de localidad, gracias a justificar la estancia por vivir aquí mis abuelos. De aquellos tiempos vino mi amistad con un compañero de curso con el que posteriormente compartí muchos destinos, Miguel Fernández, otro destacado vigués que también alcanzó el empleo de Almirante. Ya de Guardiamarina veraneando en Baiona me había hecho novio de una viguesa, Toya Curbera Bandín, y unos meses después de salir Alférez de Navío boda en Santiago de Vigo. Hemos tenido seis hijos, diez nietos, y más de veinte viviendas en Ferrol, Rota, Cádiz, Puerto Real, Puerto de Santa María, Palma de Mallorca, Newport, Majad ahonda€. Una vida dura pero llena de satisfacciones, y por qué no decirlo de felicidad".
>> "Estar separados de nuestras familias nos llevó a unirnos mucho a mis compañeros; una familia sevillana, la del Almirante Roca, y otras gallegas como las de Víctor Quiroga, Pepe Guitart y Constantino Rodríguez entre otros, nos permitió salvar ese vacío. Baiona, siempre me cautivó. Salvo en ocasiones aisladas en que mis padres decidieron cambiar el veraneo para pasarlo en Miño, Verja, Ajo, Luanco, Deva o Benidorm (ninguna casa superaba las dos alturas€), siempre volvíamos a la vieja Erizana. Aquí cuajaron muchas amistades de la adolescencia que aun conservo:Tito Charro, Javier Arana, Carrasco y muchos otros, además de las novietas que la ocasión permitía. El fútbol me dio también amigos. Comencé en Madrid en un equipo juvenil, el "Donald" C.F. Jugaba de portero y el defensa central era el que después se convirtió en el famoso Dr. Cabezas, presidente del Atlético de Madrid. Con ese "curriculum deportivo" me convertí en el portero del equipo de los veraneantes de Baiona, en el pueblo nos llamaban la "carne", reservando para los locales el nombre de la "papa". Los locales eran mayores que nosotros y como rudos marineros más fuertes, Cabecitas, Petit, Lanina, Tura, Valeriano, pero era difícil ganarnos. Tengo un recuerdo magnífico de los años que pasé de Comodoro del Monte Real Club de Yates bajo la Presidencia del inolvidable Rafael Olmedo. Le compre un pequeño crucero a Fernando Massó, el increíble Galgo, y ahí nació mi afición a la vela. Con directivos como Pepe Gándara o Humberto Cervera potenciamos las regatas de vela ligera y de cruceros. En aquella época surgió el Trofeo Conde de Gondomar".
>> "La Armada sigue el criterio de cambiar de destino a los oficiales cada dos años aproximadamente. Entiende que después de tres meses de hacerse con el destino, más de dos años de permanencia llevan a la rutina y es conveniente el cambio. Debido a ello y a otras circunstancias, estuve embarcado en dragaminas, corbetas, portaaeronaves, y después de hacer los correspondientes cursos, en helicópteros antisubmarinos. Años de la guerra fría en que los que localizar a los submarinos nucleares soviéticos era una de las tareas prioritarias. Y por fin mando de buques. El cazaminas "Guadalmedina", la fragata "Extremadura", el portaaviones "Príncipe de Asturias", el Grupo Aeronaval de la Flota y la Fuerza Marítima Europea(EUROMARFOR). El mando de buques es la ambición de los oficiales de la Armada. Pero todo esto exige una continua preparación. Efectivamente, para alcanzar los grados máximos de la carrera en la Armada hay que hacer muchos cursos o especialidades. Comunicaciones navales en la ETEA, Táctica, Estado Mayor, Mando Naval en Estados Unidos, etc. Pero no solo de oficiales embarcados se dota la Armada. Hay que ocupar también destinos en tierra, profesor de la ETEA, Estado Mayor de la Armada, Vicealmirante Jefe del Arsenal de Ferrol, Jefe del Estado Mayor Conjunto de la Defensa, y para terminar Almirante Director General de Política de Defensa; es decir asuntos NATO, Perejil, Unión Europea, Balcanes, Afganistán, Irak, el Prestige, el Tireless, la crisis del Antrax... un sin vivir".
>> "El tiempo pasado en la mar daría para escribir una pequeña novela, pero dado el espacio disponible voy a recordar algunas anécdotas que pueden resumir la vida a bordo. La primera se produce en el portaaviones durante una tranquila mañana€ bueno tranquila, tranquila la verdad es que no había muchas. Al aproximarse para tomar un Harrier, el Primario de Vuelo vio que lanzaba llamas por la tobera principal, y siguiendo los procedimientos, ordenó al piloto dirigirse a aterrizar en tierra por el peligro que hacerlo a bordo representaba para el buque. Palma estaba a 80 millas de distancia, y al llegar a unas 40 se perdió el contacto radio. Un helicóptero comenzó la búsqueda y al cabo de unos veinte minutos encontró una balsa con el piloto sin novedad. Todo en orden, pero esos 20 o 30 minutos que pasaron hasta saber que estaba vivo los recuerdo como uno de los peores momentos de mi hoja de servicios".
>> "Otro muy distinto tuvo lugar durante una de las visitas de S. M. El Rey al "Príncipe". Como buque insignia además de su misión operativa recibía muchas visitas de personalidades. En esta ocasión Don Juan Carlos pasó un par de días a bordo para presenciar unos ejercicios. Siempre que embarcaba se le rendían honores, a la voz y al cañón, mientras el buque insignia daba una pasada a todos los buques del Grupo de combate. Al subir al puente, el Rey me dijo, "espero que afeites al oso", queriendo decir que la pasada tenía que ser muy cerca. Me lo tomé muy en serio, y al terminar me dijo "no lo has afeitado, lo has rasurado". El AJEMA, Almirante Romero Caramelo se quedó encantado y yo mas. Y la última la más jocosa. Visitaba el buque el Presidente Aznar, y después de comer con los oficiales preguntó si alguien jugaba al dominó, Enseguida se organizó una partida, siendo su oponente una pareja, con mi Jefe de Estado Mayor al frente. Perdió estrepitosamente entre las indiscretas y cómplices miradas de toda la Cámara de oficiales. Al terminar se le quedó mirando y atusándose el bigote le espetó: "su cara no se me olvidará nunca"€ Momentos de ocio para los que también hay hueco".
>> "No quiero olvidarme de los años pasados en la ETEA, primero de alumno al efectuar la especialidad de Comunicaciones y después de profesor. Me resistí sin resultado a ser destinado de profesor. Estaba entonces embarcado en el histórico Portaaeronaves "Dédalo" era Oficial de Derrota (Ojo; derrota, para los no expertos, es el camino que recorre el buque, no tiene nada que ver con el combate). Tenía el inconveniente de abandonar por un tiempo la mar, pero el vivir en Vigo y para mi mujer vivir al lado de sus padres en sus últimos años de vida, fue realmente una gran compensación".
>> "De mi trabajo con el Rey no puedo olvidarme. Mención especial merecen los cinco años pasados como Ayudante de Campo. Imagínate un Capitán de Corbeta sin ninguna relación con la Casa de S.M. que recibe una llamada preguntándole si es voluntario para ser nombrado Ayudante€ "Por supuesto Majestad, me hace un gran honor". Y a partir de ahí un mundo desconocido. Continuos servicios en el antedespacho del Rey, audiencias, viajes de estado, vacaciones con la Familia Real, etc. etc. Mucha responsabilidad, distinta que el mando de buques, pero relativamente fácil por la humanidad y grandeza de los Reyes, el Príncipe, las Infantas, y de todo el personal de la Casa".
>> "Los dos últimos destinos me alejaron en cierto modo del día a día de la Armada. Tanto el Estado Mayor Conjunto de la Defensa como la Dirección General de Política de Defensa en el Gobierno de Aznar, son destinos que tienen que ver con los Ejércitos de Tierra, del Aire y de la Armada, además de en el último caso con el mundo de la política. Le queda a uno cierta añoranza de lo que siempre ha vivido, pero desde que las fuerzas de los Estados Unidos, con motivo del desembarco en la isla de Granada, no consiguieron la necesaria coordinación, lo Conjunto se impuso en todos los países".
>> "Tuve algo que ver con Galicia ya que el caso del Prestige y la colaboración de las FAS en la lucha contra incendios me acercaron a mi querida tierra. En el primer caso me quedó un sabor agridulce. Con independencia de la decisión de alejarlo de costa en la que Defensa no tuvo nada que ver, si lo tuvo la decisión de Trillo de no acceder a la petición del Ministro portugués de bombardear conjuntamente el barco. Estábamos en Bruselas en una reunión de la Unión, y en un aparte el DIGENPOL portugués me pidió una bilateral con nuestro ministro. Gracias a Dios este lo tuvo claro. El punto agrio me viene de la falta de un agradecimiento oficial de la labor de los componentes de las Fuerzas Armadas en la limpieza de la costa. Si no es por ellos, con los voluntarios no se habría conseguido. Fue un movimiento solidario importante, pero su eficacia, como era lógico, no fue resolutiva. En cierta ocasión le indiqué al Presidente Fraga la oportunidad de conceder la Medalla de Oro de Galicia a las FAS. La propuesta cayó en el vacío.Acabo diciendo que , a pesar de los recortes y de otros problemas, tenemos la mejor Marina de Guerra de nuestra historia, gracias a haber seguido durante muchos años la premisa de un artículo de la derogada Ley Orgánica de la Armada, "La fuerza es la razón de ser de la Armada". Eso que parece fácil se consiguió gracias a que su personal vivió dentro de una gran austeridad".
De Combate contra el InvenciblE
- "Uno de los mejores momentos a bordo del "Príncipe de Asturias" durante el ejercicio de la NATO ,"Northern Light", en septiembre de 1996. Mandaba, siendo Contralmirante del Grupo de Combate de la Flota, la Task Force de uno de los dos bandos. Estaba constituida por una gran cantidad de buques, aeronaves, submarinos y un Estado Mayor multinacional. Operábamos cerca de Escocia. Lanzamos tres ataques de los aviones Harrier contra el Portaaviones "Invencible" buque insignia del bando "enemigo" que navegaba por aguas de Dinamarca. Tal fue el éxito, que el "Premier" británico John Major, se lo comentó al entonces Presidente Aznar, con el consiguiente prestigio para la Armada y para España".
