Si hay un clásico en A Estrada, ese es el restaurante Nixon, cuarenta años en activo respaldados por la calidad de su cocina tradicional y por una carta en la que reinan, entre otros, platos también clásicos como el salmón, que acuden a degustar comensales de dentro y fuera del país.
Aunque el mundo gira, y más en cuarenta años, en Nixon casi todo sigue igual. No se ha movido de su ubicación en la Avenida de Ponteareas, y sus elaboraciones siguen fieles a una gastronomía enraizada en la tierra, en la frescura del producto y en un buen hacer que le han dado fama. Con relevo generacional personificado en Ricardo Pérez, que mantiene vigente la filosofía de innovar desde la tradición heredada de sus padres, María del Carmen y Severino, "Tito". En una comarca que se acerca a Compostela a través del Ulla, río salmonero por excelencia, el preciado salmónido es una de las elaboraciones estrella de esta acreditada casa, además del solomillo de ternera gallega, dos de los platos emblemáticos de un variado catálogo en el que destacan otras propuestas como las chuletillas de cordero o un cocido de genuino sabor con el que también ha alcanzado celebridad.
El fundador, Severino Pérez, "Tito", fue un auténtico visionario del salmón. Apostó por ofrecer algo distinto a lo de siempre y acertó. Salmón a la plancha con cinco salsas, ahumado con helado de queso y jugo de maracuyá, salmón con verduritas en galleta de sésamo o ensalada de salmón ahumado con huevas de erizo son algunas de las propuestas de una carta actual que no pierde de vista las raíces locales sin renunciar a la innovación. La filosofía fundacional sigue bien asegurada a través de Ricardo y su mujer, Jackie, y de la cocinera Lucía, una década en los fogones del Nixon.
En tantos años de trayectoria -la cafetería primigenia es de 1968- este local estradense es uno de esos establecimientos que son historia viva y por cuyos manteles han pasado toda una galería de personajes, famosos y anónimos. En las paredes las fotos recuerdan algunos de los muchos momentos vividos por los comensales que aquí hicieron punto de parada para disfrutar de sus productos. En el recetario no faltan los postres de elaboración propia ni una carta de vinos con numerosas referencias, tanto autóctonas como foráneas.
