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Sálvese quien pueda

"De chica en chica", lesbianas somos todas

La explosiva escena del parto en "·De chica en chica". // FDV

-¿Qué ha sido, niño o niña?

-Tiene pilila, pero lo que será no lo sé.

Con este diálogo acaba la película "De chica en chica", cuyo estreno conocimos hace unos días en A Coruña y los Multicines Norte de Vigo, ciudad que la esperaba especialmente en círculos urbanos porque de Vigo son la protagonista, Celia Freijeiro, Elisa Saldaña y la productora Ana Carrera. Ese diálogo final era una despedidaque sintetizaba con genialidad la respiración de toda la película porque afirmaba un nuevo concepto: tener pene o vagina no asegura nada sobre la identidad sexual futura de su propietario. Los que llenamos una de las salas de los cines Norte íbamos a buscar una comedia que nos hiciera reír, sin más pretensiones, pero encontramos también en "De chica en chica" una película sobre los nuevos modelos de familia, que subvierte por tanto esos tradicionales centrados en la heterosexualidad, y algo más: las diferentes formas de entender el amor y las relaciones personales, algo que nuestros abuelos no entenderían ni de lejos pero que ya está en la calle en esta sociedad de atómica transformación.

O sea que nos reímos porque es una comedia variopinta en la que se admite bien incluso su tendencia al histrionismo -sus momentos mejores son los más locos- y aplaudimos su esfuerzo de normalización de una causa social como el lesbianismo, o la nueva paternidad. No sé cuáles serán las críticas de esa intelectualidad cinéfila que vive, come, se reproduce y muere en las salas de cine, de esa "finezza" cinematográfica cagasentencias; pero al pueblo llano que no buscamos en cada peli un "Cumbres borrascosas" o un "Acorazado Potemkin", nos hace pasar un buen rato, ejercitar los músculos faciales y, de paso,ver con normalidad otras hipótesis sobre el amor y la familia.Aunque la mayoría seguimos instalados en los modelos familiares tradicionales, lo cierto es que la crisis contemporánea de la familia,hace tiempo que se viene produciendo, entre otras causas por la organización económica de la sociedad, que hoy separa a padres e hijos porque el trabajo ya no está al lado sino en el mundo. Recuerdo haber leído al principio de los 90 un libro de Vicente Verdú, al que luego entrevisté sobre tal materia, cuyo título, "Nuevos amores, nuevas familias", apuntaba lo que luego desarrollaba premonitoriamente en sus páginas.Claro. Verdú venía de residir en EE.UU., que se anticipan hasta en las fracturas sociales. La cosa es que en las sociedades tradicionales la familia era ante todo una unidad productiva integrada en el corazón mismo de la estructura social, pero la industrialización consagró el modelo de familia conyugal, de modo que los hijos casados dejaroron de vivir con los padres para circunscribir la familia a una pareja de cónyuges, con una creciente disolución de la fuerza de la parentela, dispersa por el mundo.

Esta reducción de la familia tradicional ocurre aún a pesar de que se siente como ese privado refugio en el que con afecto se hace frente a la dureza del despiadado mundo, como ha perpetuado la actual crisis económica, que ha tenido a la familia como almohada que evitó un conflicto social grave. Pero no se quedó el cambio en la familia conyugal, que fue desfigurada por un maremoto de divorcios que hicieron del matrimonio un vínculo inestable.Continúa el eclipse de la razón doméstica, concepto que aprendí hace 24 años de Verdú, y hemos llegado a las familias monoparentales, de un solo padre o madre, o a las formadas por parejas homosexuales masculinas o femeninas con hijos. Es en este contexto en el que se sitúa "De chica en chica".

Me contaba la directora, Sonia Sebastián, que hace 8 años se juntaron varios para sacar la primera serie online de temática lésbica que se hacía en España, al estilo de "Friends", conscientes de que había una absoluta carencia de este tipo de contenidos y con el deseo de que las historias se contaran desde otro punto de vista, no siempre desde el mismo. Y todo ello en clave de comedia porque así permitiría dar una visibilidad y normalización al mundo lésbico. La serie gustó a lesbianas, gais y heterosexuales por igual,aunque evidentemente las lesbianas se sentían mas identificadas. Entonces Celia Freijeiro y Sonia Sebastián, a través de su productora Pocapena Producciones, decidieron hacer una película, esta película,"De chica en chica", y ahí empeñaron todos sus ahorros (ahora pagan las actrices por actuar), tras conseguir un micromecenazgo en USA. Ahí está ahora, en las carteleras. Disfrutadla.

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