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Memorias

Xulio Formoso: "Ni mis 16 álbumes ni mi carrera me permitieron trabajar en España"

Vigués, se marchó a Venezuela en 1965, donde desarrolló un largo itinerario musical artístico y fue presidente del Centro Nacional del Disco

Caricatura de 1975, por Roberto González.

>> Su padre emigró a Venezuela en 1949, cuando él aún estaba en el vientre de su madre, y no le conoció hasta los 15 años, en que los tres se juntaron en Venezuela para siempre. Xulio Formoso tiene en Vigo y Bueu la memoria de la infancia, pero en el país caribeño pasó toda su juventud y madurez, en que como cantautor grabó 16 elepés y compartió escenarios con los grandes latinoamericanos y españoles de los 60 y 70, desde el chileno Víctor Jara al español Víctor Manuel. Hay otra dimensión en Formoso y es el entorno familiar en que se movió por su padre, jefe de prensa de la Dirección General de Minas, que le llevó a compartir muchos momentos y larga amistad con Pepe Sesto y sus hijos, también vigueses y uno de ellos, Farruco, ex ministro de Cultura venezolano, con José Fernández, el legendario "comandante Sotomayor" que fundara el Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación y participara en el secuestro del Santamaría, con Celso Emilio Ferreiro... Durante la etapa de Chávez fue presidente del Centro Nacional del Disco,

>> "Mis primeros recuerdos son de la casa donde nací aquel 1949 en la calle Pi i Margall (en esa época se llamaba General Aranda) justo enfrente del Colegio Alemán, que tenía una placa en su entrada que decía "Deutsche Schule", y los antiguos tranvías que pasaban de ida y vuelta a Bouzas con un ruido infernal de metal sobre metal. Mi infancia transcurrió entre Bouzas en casa de mis tíos y Bueu en un enorme y emblemático pazo medieval lleno de almenas y escudos de piedra llamado Casa dos Picos propiedad de mi familia materna. A mi padre, Xulio Formoso, recién lo conocí a los 15 años cuando mi madre y yo llegamos a Venezuela a finales del 65. El era un coruñés de Carnota que emigró a las Américas unos meses antes que yo naciera. Era piloto de la marina mercante y conoció a mi madre a través de uno de sus hermanos, mi tío Jesús, porque ambos habían pasado dos años haciendo el servicio militar en Ceuta y Tetuán. Mi primer colegio fue en Bueu en la "escuela de Don Julio" que quedaba a pocos metros de mi casa (es ese de la foto). Mi segundo colegio fue el Apóstol Santiago de Vigo donde estuve un par de años bajo el férreo mando germánico del padre prefecto Von Riedt. Y mi tercer y último colegio fue el de Don Manuel en Bueu donde permanecí hasta que nos vinimos a Venezuela.

>> "Mis amigos todos son de esa época en Bueu: los más cercanos, Jesús Martínez, Francisco Rodríguez Pastoriza y Gaspar Cerviño. Recuerdo el Liboreiro, la playa de Loureiro y las partidas de futbolín en un bar al lado del Cine Avenida. La vendimia en los terrenos del pazo, la manufactura del aguardiente de hierbas en los terrenos de la eira. La primera televisión en Bueu fue la nuestra, era muy curioso ver una de esas antenas grandes y aparatosísimas colocada en medio de aquellas almenas de 500 años. Mi primer amor fue Mary Pepa, una compañera de clase del colegio de don Manuel Omil. Le regalaba dibujos y la miraba embobado mientras don José nos enseñaba matemáticas. Como mi padre nos mandaba dólares desde Venezuela, nosotros disfrutábamos de una posición económica bastante holgada. Puedo contar que el primer disco que llegó a Bueu de Los Beatles (y de los primeros a Galicia quizás) fue el "Twist and shout" que yo compré, y la primera televisión en el pueblo fue la nuestra. Me hice con mis propias manos mi primera guitarra y como llevaba el pelo largo a lo Lennon o Macartney aquello era un escándalo para esa época. Otro de mis referentes musicales, ya más tarde, fue Bob Dylan. Yo creo que aprendí inglés para entender sus letras".

>> En 1965, a los 15 años de edad, llamado por mi padre, que vivía exiliado en Venezuela, emigré a aquel país. Me fui porque me llamó mi padre, claro, pero también porque veía que en Galicia no existía una posibilidad para una persona que quisiese hacer algo importante en la vida. En los años 60, España era un país pobre y, encima, estaban las limitaciones del régimen político. Me marché con la inocencia de quien prácticamente jamás había salido de su casa y con el trauma que supone, a esa edad, romper con tus amigos y convivir con una cultura que me era absolutamente extraña. Pero yo puse todo lo que pude de mi parte para adaptarme, algo que conseguí muy pronto. A la vez que continuaba estudiando, me introdujo, ayudado por los contactos de mi padre -que desempeñó el puesto de jefe de prensa del ministerio de Minas durante el gobierno de Rafael Caldera- en los círculos culturales venezolanos (cofundé la legendaria compañía de teatro Rajatabla) a la par que estreché mi amistad con los Sesto, Xosé y su hijo Farruco (también vigués y que fue Ministro del gobierno de Venezuela).

>> En 1970 grabé mi primer disco, "Galicia canta", cuya concepción y título era de Celso Emilio Ferreiro y que tuvo venta limitada en Venezuela pero en Galicia se convertiría tiempo después en emblemático. En ese momento ni se me pasó por la mente la trascendencia que ese disco tendría más adelante y mucho menos sabía que ese iba a ser el primer LP que se grababa íntegramente en gallego. Desde que me dediqué a la música entendía que la inmortalidad era algo así como grabar un disco. Fue el pintor Napoleón Pizani, que me había oído en una actuación en el Liceo de Caracas, quien me presentó al director del sello discográfico "Souvenir". Al principio iba a ser un single pero después me propusieron hacer un Larga Duración completo. Me acuerdo de que, a pesar de que disponía de más tiempo, canté todas las canciones de un tirón, en dos horas, pensando que si me paraba no me iban a dejar seguir. Las letras de las canciones lucían las firmas de mi amigo Farruco y del poeta Celso Emilio Ferreiro, quien llegó incluso a participar en la grabación de uno de los temas:"Pandeirada al Che Guevara". Durante su exilio venezolano, Celso Emilio fue un habitual visitante de nuestra casa, la de los Formoso: Allí montábamos reuniones con los Sesto y con Méndez Ferrín que de aquella también estaba en Venezuela".

>> "La primera vez que oí el nombre de Celso Emilio Ferreiro fue a mediados del 66 en una de esas frecuentes tertulias nocturnas de fin de semana regadas generosamente con garrafas de vino verde Casal García y botellas de coñac Fundador. Pepe Sesto, el Comandante Sotomayor y mi padre se asentaban en tres cómodos sillones de jardín y mientras fumaban como si les fuera la vida en ello (de hecho se les fue la vida en ello), hablaban de lo humano y lo divino, de lo sagrado y lo profano en la terraza colmada de plantas y con vista al Ávila de nuestra casa de Chacao al este de Caracas donde nos habíamos instalado los Formoso a finales del 65 cuando mi madre y yo llegamos a Venezuela desde Vigo a bordo del Santa María. El viejo Pepe Sesto nos anunciaba que Celso Emilio venía a Venezuela con su familia debido a la complicada situación política por la que estaba pasando en España y, de paso, nos hacía una breve reseña biográfica del personaje en cuestión. A los pocos días llegaba efectivamente el poeta a las costas del Caribe mar sumándose a la variopinta y por entonces aún numerosa emigración peninsular. Era la Caracas de la televisión en blanco y negro, de las veladas dominicales de lucha libre transmitidas por Venevisión desde el Palacio de los Deportes. Y era también la Caracas de una institución llamada Hermandad Gallega fundada en 1960, poblada por paisanos de todo tenor y entre los que hacían vida una congregación nada desdeñable en número y poder, de enanos y liliputienses de yugo y flecha a los que el recién llegado Gulliver Ferreiro en su carácter de Secretario General de Cultura no despertó la más mínima simpatía ni afinidad ni conformidad ni avenencia".

>> Chile con Salvador Allende fue una de mis experiencias imborrables . En aquellos años 60 y 70 quien no fuera un cantor comprometido no era nada y yo estaba en eso, metido en una izquierda radical pero muy anárquica. Tras el triunfo electoral de Salvador Allende en Chile, me trasladé allí para vivir la experiencia de cerca. Lo de Allende era el sueño de todos nosotros, lo que queríamos para nuestros países. Sólo conocería algo igual cuando por primera vez visité Cuba. Había conciertos en las calles y se organizaban actos culturales bellísimos. Allí conocí a Víctor Jara, a Pablo Neruda, a Violeta Parra...Regresé a Venezuela días antes del golpe de Estado de Pinochet. Me salvé por los pelos....y después me enteré de que a muchos de mis amigos que había conocido allí, entre ellos Víctor Jara y los miembros de mi propio grupo, los pasaron por las armas".

>> Hasta 1978, seguí grabando discos regularmente alternando letras de poetas gallegos y latinoamericanos pero, ese año,"me ofrecieron trabajo para una multinacional especializada en sistemas informáticos. Decidí aparcar entonces mi carrera musical y mi vida bohemia para trasladarme a San Antonio, Texas (Estados Unidos). Regresé de nuevo a Venezuela a mitad de los 90 y compobé que el país se había convertido en un "nido de corrupción donde no había futuro mí ni para mis hijos. En estos 30 años mis contactos con España habían sido las cartas de mi familia gallega o los encuentros y actuaciones en Latinoamérica con Paco Ibáñez, Víctor Manuel... Decidí volver a España para trabajar como ingeniero o incluso retomar mi trayectoria musical, huyendo de aquel país en que en los 90 no podías salir a la calle porque te podían matar por robarte unos zapatos. En julio de 1996 estaba en Vigo, vivía en casa de unos familiares en Hernán Cortés pero me sentía aquí tan extranjero como en América.Ni mis 16 álbumes de larga duración grabados en Venezuela, donde también hice teatro y televisión, ni mis conocimientos de informática y otras muchas experiencias me permitieron estabilizarme en España".

>> Hube de retornar a Venezuela, donde me las arreglé como pude hasta que en 1999 Hugo Chávez llegó al poder y todo vuelve a cambiar para mí. Retomé la guitarra, expuse las obras de mi faceta como artista plástico y el ministro de Cultura, mi amigo Farruco Sesto, me encargó la dirección del Centro Nacional del Disco, una institución que facilita la grabación de discos a músicos del país. Yo ya casi había perdido toda esperanza en la política pero me ilusionó la llegada de Chaves. Supe lo que pensaban los norteamericanos y la derecha española de él, pero yo creía que con Chávez comenzaba una nueva visión, un nuevo rumbo, una manera diferente de hacer las cosas en la que el pueblo pasa a ser protagonista principal y decisivo.

>> A lo que me dedico últimamente desde hace unos tres años (2012) a esta parte es más que todo al dibujo, a la caricatura y a escribir. Ahí en España colaboro regularmente con la publicación digital "Periodistas en español" y también hago frecuentemente artículos y toda clase de ilustraciones para FARO DE VIGO en el suplemento del "El Sábado", que comencé debido a los buenos oficios de mi querido amigo de infancia en Bueu, Paco R. Pastoriza para ilustrar sus excelentes artículos. También escribo e ilustro mis propios artículos. Paralelamente a eso, mi trabajo regular y cotidiano es en el semanario "Todos Adentro", publicación oficial del Ministerio de Cultura en Venezuela, donde dibujo y escribo todas las semanas artículos y reportajes relacionados con músicos, poetas, pintores, escritores, personajes históricos, etc. También suelo hacer muchas caricaturas, una faceta que no sabía que tenía hasta que la UNICEF me solicitó una serie de trabajos temáticos sobre los pueblos indígenas de Venezuela. En 2008 hice mi última exposición de dibujos y pinturas en gran formato en la Galería Red de Arte de Caracas. Y también ese año grabé mis últimos discos hasta ahora. Y digo discos porque fueron 3 CD, un DVD y un libro de fotografías, todo en un mismo box con el título "Anda suelto el animal".

>> Mi otra profesión,que es la de ingeniero, hace ya bastante tiempo que no la ejerzo. La última vez fue en una multinacional holandesa donde estuve unos años como Systems Manager hasta que en 2007 me ofrecieron la oportunidad de poner en marcha y hacerme cargo como presidente del Centro Nacional del Disco (CENDIS) en Venezuela. Para mí poder publicar en el FARO ha sido muy especial y entrañable ya que este diario siempre fue una especie de icono desde que tengo uso de razón. El Faro, para mí y toda mi familia, era sinónimo de prensa escrita. Un objeto del día a día, siempre cercano, familiar y a la mano que recibíamos todos los días ya que mi madre estaba suscrita desde que mis recuerdos alcanzan. Mis primeras letras me las enseñaron con los titulares de FARO DE VIGO. A todos los periódicos de cualquier clase y género les decíamos Faro. Les decíamos Faro incluso a las revistas. Mi tía abuela Eulogia llegaba al extremo de decirme "Tráeme el Faro a colores" refiriéndose a la revista "Hola".

"Con Balaguer pensé que no salía vivO"

  • "Estuve a punto de perder la vida en 1974, en plena dictadura de Balaguer en la República Dominicana: Actuaba en una cárcel de presos y me avisaron que había ciertas canciones de mi repertorio que no debía interpretar....¡ pero no pude resistir la tentación! De inmediato cortaron el concierto y dos "gorilas" me sacaron del escenario. Yo ya pensé que me iban a desaparecer pero, por suerte, desde Venezuela intelectuales amigos míos se movieron y yo me convertí en una patata caliente para Balaguer, de manera que,en vez de "desaparecerme", me expulsaron de país".

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