En el paseo marítimo de A Guarda, mirando al Atlántico está Marusía, donde los frutos del mar reciben un trato delicado y preciso que se destaca en las más importantes y reputadas guías del buen comer. Calidad de las materias primas y un mimo especial en su elaboración distinguen este restaurante de larga trayectoria que ya desde sus inicios se hizo un importante hueco en la gastronomía gallega. Sin otra fórmula que los buenos productos de la costa y una elaboración tradicional que realza los sabores naturales.
La carta de pescados y mariscos es la mejor tarjeta de presentación de este establecimiento en el que la materia prima brilla por su frescura y que se puede contemplar en el interior, ya que su cocina es abierta. El espacio se integra de forma transparente haciendo que la experiencia gastronómica sea todavía más completa. La carta de Marusía es amplia, con pescados, mariscos y arroces que convencen a todos los paladares. En el catálogo van apareciendo, según la estación y el mercado, centollos, bogavantes, camarones, percebes, cigalas, langostas, berberechos, almejas, ostras, percebes o navajas, entre otros frutos marinos. La frescura de la despensa atlántica está presente también en pescados como robaballo, abadejo, lubina, merluza o lenguado. La degustación en el plato es el punto culminante de unos productos que han sido cocinados a la vista. A la despensa marina y conocidas especialidades como los arroces, con relieve para el de bogavante, se suma un surtido capítulo de entrantes y raciones (en forma de empanadas caseras, pulpo, calamares...), de carnes (solomillo, chuletón...) y de postres caseros que hacen difícil la elección en una amplia carta que cuida con esmero el recetario tradicional. El capítulo de sobremesas es igual de diverso, con propuestas que pasan por tartas caseras, tiramisú o una de sus elaboraciones estrella, la piña Marusía, única para todos quienes la prueban.
María Emilia Vicente y Anselmo Pérez con algunos suculetos frutos del mar.
Desde hace un año y medio con la nueva dirección de María Emilia Vicente -de larga saga familiar hostelera, del mítico Riveiriña- que mantiene el mismo equipo de cocina encabezado por Anselmo Pérez, el Marusía sigue fiel a su espíritu, ofrecer los mejores productos de la costa a través de recetas tradicionales que realzan los sabores. El buen trato y el servicio ayudan a que el comensal repita en este restaurante que cuenta también con una amplia carta de vinos.
