Diciembre es un mes marcado por los excesos. La alegría que nos invade en estas fechas nos lleva a cometer multitud de imprudencias que, en muchos casos, tienen un alto precio del que nos arrepentiremos el resto de nuestras vidas.
Muchos son los frentes y tentaciones que hay que lidiar en un mes en donde la comida y el alcohol tienen un protagonismo especial y en donde, además, estos dos hechos se suelen combinarse con largos desplazamientos.
La combinación es sumamente peligrosa, y en muchos casos el desenlace suele ser fatal. Debemos ser conscientes de que después de una copiosa comida, es muy peligroso ponerse al volante, ya que en la mayor parte de los casos suele aparecer esa "modorra" que con toda probabilidad nos va a jugar una mala pasada. De producirse esta situación, lo mejor es parar en una de las múltiples zonas habilitadas en nuestras carreteras para el descanso y recuperarse convenientemente para reiniciar la conducción sin el más mínimo problema. De esta manera disfrutaremos de las Navidades sin poner en peligro ni nuestra vida ni la de los demás.
Otro problema, y muy serio, es que el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias psicotrópicas. se ha convertido desgraciadamente en algo habitual. Si en una fecha, digamos normal, es una de las causas más habituales en los siniestros, qué decir en estas fiestas en javascript:cargarFckEditor('pTexto');donde parece que todo está permitido.
Debemos tener claro que las fiestas son para divertirse y pasarlo bien en compañía de los nuestros, y que para eso no necesitamos de "aditivos" extra que nos aceleren una felicidad ficticia que no sirve para nada.
En estos días de alegría tenemos que pensar en el mañana, y no dejarnos llevar por una falsa euforia. Para pasarlo bien no hace falta ni beber ni tomar drogas, y es por ello que es necesario recapacitar y poner en una balanza, de un lado los beneficios que podemos tener en una noche de fiesta adulterada, y del otro los buenos momentos que nos puede deparar una vida larga y duradera.
Por lo tanto, si en estos días vas a coger el volante, por favor piensa en lo que te puedes perder si no conduces con todos los sentidos puestos en lo que va a hacer. Y si eres de los que les gusta tomarse una copita, busca alguien que conduzca, y que no haya bebido, para que sea la persona que lleve el vehículo. Piensa en el mañana.
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