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El comienzo del expansionismo nipón

Japón ataca

La derrota de Tsing Tao fue decisiva para que los alemanes perdieran toda su influencia en el Pacífico y sus colonias en la zona

Soldados japoneses esperan órdenes para bombardear el puerto alemán de Tsing Tao ( 1914).

En 1897, los alemanes, como consecuencia del asesinato de dos sus misioneros en China, obligan a cederles por 99 años la ciudad de Kiaochow, en la provincia de Shandong. Se trata de una concesión similar a las que los británicos y los portugueses habían conseguido de Hong Kong y Macao respectivamente. Desde Kiaochow los alemanes extendieron rápidamente su influencia por la zona y construyeron la base naval de Tsing Tao. en territorio chino.

Ese sería el escenario de una derrota que no se puede calificar de una gran batalla en el contexto de la Gran Guerra, pero que resultó decisiva para que los alemanes perdieran toda su influencia en el Pacífico y sus colonias: islas Salomón, Marianas, Carolinas, Palso y Marshall fueran fácilmente ocupadas por el ejército nipón, dando comienzo el expansionismo japonés en Asía y en las islas del Pacífico.

A principios del mes de agosto de 1914, como ya hemos comentado, la marina de guerra alemana tenía destacada en Tsing Tao una importante flota, al mando del almirante von Spee. La flota alemana nada más tener constancia de que la guerra había estallado en el continente europeo había partido a toda prisa hacia las islas Marianas, con la intención de protegerlas de una posible invasión británica.

El Japón había firmado el 30 de enero de 1902 una alianza militar con la Gran Bretaña, que establecía una cooperación militar entre ambas potencias en caso de entrar en guerra. Así el gobierno japonés del Primer Ministro Okuma Shigenobu, el 15 de agosto, lanzó un ultimátum al gobierno alemán exigiéndole la inmediata evacuación por parte de su marina de las aguas chino-japoneas y la entrega de la base de Tsing Tao en el plazo de 8 días.

El 23 de agosto, cuando expiraba el plazo, Japón declaraba la guerra a Alemania. Sabiendo los japoneses que el grueso de la flota alemana no se encontraba en Tsing Tao, el 27 de agosto una flota japonesa, al mando del vicealmirante Sadakichi Kato, fue enviada para bloquear Tsing Tao, en el que destacaban los acorazados Kawachi y Settsu, así como el crucero Kongo. En plena batalla de Tsing Tao la escuadra japonesas se verá reforzada por el acorazado Triumph y el destructor Usk de la Royal Navy.

El 2 de septiembre los japoneses desembarcan en la península de Sahngdong, cerca de Tsing Tao, la 18º División de Infantería. Pese a la protesta diplomática de China por el uso de potencias extranjeras de su territorio. En total los japoneses desplegaron unos 23.000 hombres de infantería y unas 142 piezas de artillería frente a la guarnición alemana, al mando del gobernador Alfred Meyer-Waldeck, que contaba con 3.000 alemanes y unos 1.000 chinos y austro-húngaros, provenientes estos últimos de la tripulación del crucero Kaiserin Elizabeth. Los británicos, ante la posibilidad de que la victoria de Tsing Tao no fuese de los japoneses en solitario, enviaron un pequeño contingente de tropas de infantería de 1.500 hombres desde Tianjin, donde se encontraban estacionados desde el final de la guerra de los Bóxers, al mando del general de brigada Walter Barnardiston.

El mal tiempo provocado por un tifón impidieron a los japoneses avanzar sobre la base alemana. El primer enfrentamiento tendrá lugar el 13 de septiembre, cuando un destacamento de caballería japonés ocupó el puesto fronterizo en Tsimo. Seguidamente los japoneses cortaron la línea del ferrocarril de Shangtung y las carreteras que daban acceso desde China a Tsing Tao. El 18 de septiembre las tropas japonesas comienzan a penetrar en el territorio controlado por Alemania, produciéndose un enfrentamiento importante en el paso de Hotung.

Los alemanes, ante el empuje japonés, deciden abandonar la primera línea de defensa y concentrar sus escasas fuerzas en la segunda y tercera línea de defensa, pero, a su vez, el gobernador Mayer-Waldeck realiza un golpe de mano atacando el puesto japonés de Lao Shan, aunque los japoneses consiguieron mantener la posición y pronto fuero apoyados por refuerzos británicos.

El día 26 de septiembre, el general japonés Kamio inicia la ofensiva a lo largo de todo el perímetro defensivo germano y poco a poco los puestos avanzados alemanes se ven obligados a replegarse a la tercera y última línea de defensa. Cuando los japoneses se encuentran muy cerca de la base naval, los barcos allí anclados untilizarán su artillería para bombardear a las tropas de infantería japonesa cortando su avance. A lo que respondió inmediatamente la flota japonesa cañoneando a los barcos enemigos.

Pese a que el tiempo empeoró de forma significativa, los británico-japoneses, en la noche del 27 al 28, de septiembre atacaron el fuerte Principe Heinrich, situado en una colina muy estratégica. La guarnición alemana consiguió detener la primera envestida, pero en la madrugada la guarnición alemana se tuvo que rendir.

El día 2 de octubre los alemanes con tres compañías inician una contraofensiva contra las líneas japonesas que fue rápidamente frenada. Por esos días, el acorazado británico Triumph resultó averiado, por lo que se vio obligado a abandonar los combates navales en la rada del puerto, lo que de alguna forma dio una esperanza a los defensores germanos.

El 15 de octubre, un viejo destructor alemán consigue burlar el bloqueo británico-japonés y torpedea al crucero ligero Takachiho hundiéndolo y consiguiendo huir. En la rada del puerto de Tsing Tao solamente quedan para defenderlo el Jaguar y el Kaiserin Elizabeth. Todavía el 22 de octubre un pequeño destacamento alemán realiza una nueva incursión en la línea japonesas sin consecuencias.

Entre el 29 y el 31 de octubre, los navíos británicos y japoneses llevaron a cabo un bombardeo masivo sobre las defensas alemanas de la plaza fuerte, al igual que su artillería de campaña. Poco a poco la infantería japonesa va estrechando el cerco sobre Tsing Tao. Pese a que el gobernador alemán ordenó a la tripulación de sus navíos de guerra que se sumase a las tropas de tierra, los japoneses consiguen ocupar la estación de bombeo que surte de agua la base, obligando a los alemanes a tener que surtirse de agua en sus pozos auxiliares.

El día 5 de noviembre los japoneses consiguen destruir la última batería alemana operativa, con lo que la suerte de la guarnición alemana está completamente echada. El 6 de noviembre los japoneses asaltan la plaza consiguiendo romper su última línea de defensa, pero los alemanes siguen obstinadamente luchando en sus búnkeres, obligando a las tropas niponas a tener que emplearse a fondo en ataques a la bayoneta y lucha cuerpo a cuerpo. Ese día, el gobernador Meyer-Waldeck envía su último informe a Alemania a través de China. Pese a todo, en la mañana del día 7, las tropas británico-japonesas ya combaten en gran parte de la ciudad, por lo que el gobernador alemán, ante la imposibilidad de seguir resistiendo, decidirá rendir la plaza.

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