A pesar de que el origen del ajedrez parece ser un misterio puesto que fuentes sitúan este nacimiento en Persia, otras en China y otras apuestan por su origen Hindú, lo cierto es que el ajedrez tiene siglos de historia y en este punto, todos estamos de acuerdo. Está además demostrado, que el ajedrez presenta múltiples beneficios a cualquier edad a la que se practique puesto que favorece y potencia aptitudes mentales como la concentración, la memoria, la atención, la abstracción y el razonamiento.
El Colegio Possumus apuesta por el potencial pedagógico del ajedrez, y desde comienzos de octubre del pasado año, Miguel Ángel Fernández-Martínez imparte clases extraescolares incluidas en el "Proxecto Educativo Trebellos". Tal fue el éxito de esta iniciativa que el pasado 18 de Febrero alumnos del Colegio Possumus y participantes de diferentes colegios vivieron una jornada inolvidable con la celebración del I Torneo de Ajedrez del citado colegio. Este torneo consolida la fuerte apuesta del Colegio por esta disciplina, que juega un papel fundamental a la hora de enseñar a pensar y estructurar su pensamiento a los escolares.
En las instalaciones del Colegio se dieron cita más de 35 ajedrecistas con edades comprendidas entre los 5 y los 45 años. Fue una mañana de concentración y diversión, una oportunidad para el encuentro y el intercambio de experiencias de alumnos del propio centro con alumnos de otros centros y padres que también se animaron a participar.
Este primer torneo ha sido muy emotivo por la actitud y compromiso de los jugadores así como por el gran entusiasmo e ilusión mostrada. El compañerismo estuvo presente en todo momento y los ajedrecistas más experimentados incluso apoyaron y ayudaron a los más novatos. Tal y como exige el protocolo, todas las partidas comenzaron y terminaron con un apretón de manos por parte de los contrincantes, demostrando una vez más que el ajedrez ante todo demuestra nobleza y compañerismo. El mayor logro de los participantes fue superarse a sí mismos a lo largo de las 5 partidas que pudieron disfrutar con oponentes de diferentes edades y habilidades. Se observó en todo momento ilusión por jugar y mejorar en esta disciplina que a muchos apasiona.
Afortunadamente, la diversión y el aprendizaje se estimulan sin necesidad de dominar el tablero, así que el resultado final no podía ser otro, un torneo muy entretenido, distendido y cordial con una actitud positiva y emprendedora ante la competición por parte de todos los participantes, hasta el punto de despedirse entre ellos con un "nos vemos en el segundo Torneo".
