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Experimentos con bacterias

Alumnos de 3º de la ESO del colegio Apóstol Santiago estudian los microorganismos que se desarrollan en el recinto colegial

De izquierda a derecha: Alberto, Martín, Manuel, Eva y Ana.

Todo comenzó el viernes 15 de mayo del pasado curso, en plenas fiestas colegiales. Cinco alumnos del Colegio Apóstol Santiago de Vigo acompañados de Javier Velasco, uno de los jesuitas del colegio, que es además profesor de Química, iniciaron el experimento que llevaban varias semanas preparando, hacer un estudio sobre las bacterias que se desarrollan en el recinto colegial.

Tras una clase de Biología de 3º ESO en la que se hablaba a los alumnos sobre los microorganismos, Manuel, Eva, Alberto, Ana y Martín decidieron estudiar los microorganismos de su escuela. Su plan era hacer un muestreo de las diferentes áreas del colegio con placas de petri, para poder crear un cultivo donde identificar diferentes especies de bacterias y hongos.

¿Por donde iniciar el proyecto? Lo primero conseguir los permisos para iniciarlo. Permiso al Equipo Docente y a la Comunidad de Jesuitas. Eso fue sencillo. Después, tocó buscar las placas petri y escoger el día más adecuado para llevar a cabo el estudio. Se decidió que sería un viernes que coincidía con día de fiesta en el colegio, ya que facilitaba la instalación de las placas y garantizaba que éstas estuviesen el tiempo suficiente para recoger el muestreo antes de que fuesen retiradas el domingo.

Placas

Las placas de petri se depositaron en el laboratorio de Ciencias del colegio para hacer el cultivo de microorganismos. Desde entonces, todos los recreos Manuel, Eva, Alberto, Ana y Martín, junto con algunos de sus amigos y compañeros estuvieron observando, fotografiando y estudiando su crecimiento. No tenían conocimientos ni medios suficientes o adecuados para identificar las diferentes variedades de hongos y bacterias, pero no dudaron en preguntar a sus amigos, profesores o familiares al respecto y, aplicando una técnica que ellos mismos diseñaron, pasaron varias horas, día tras día, diferenciando unas de otras. También el colegio les prestó un microscopio con el que pudieron observar de cerca todas las muestras de bacterias que fueron aislando.

El objetivo del trabajo, en un principio, era comprobar las diferencias de microorganismos entre diferentes zonas del colegio. A medida que iban haciendo el trabajo, se dieron cuenta de que alcanzar su objetivo no iba a ser tan fácil como ellos habían pensado, de modo que decidieron centrarse más en usar métodos un poco menos precisos y más simples, en vez de llevar a cabo un estudio exhaustivo y costoso, para centrarse más en aprender y adquirir nuevas destrezas para el futuro.

Lograron terminar el proyecto a finales de junio, aunque aún están sacando conclusiones y resultados del mismo. Ahora tienen en mente llevar su proyecto a la feria científica que se celebra todos los años en Galicia (Galiciencia), para compartir su experiencia con otros jóvenes de su edad que también llevaron a cabo otro tipo de proyectos.

Gracias a esta experiencia, los alumnos lograron conocer mejor las bases de la Microbiología, la identificación exhaustiva de microorganismos y otros seres que pueden resultar infecciosos o patógenos, mejoraron su manejo con el microscopio y aprendieron cómo se lleva a cabo un estudio científico. Éste implica trabajo en equipo, cooperación, motivación, optimismo y mucho esfuerzo y minuciosidad.

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