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CAMPEONESEducación prioritaria

Directivos y entrenadores analizan las fórmulas que ponen en práctica en el trato que le dan a los padres y madres de los deportistas más jóvenes

Eladio Bello, entrenador de lucha, juega con algunos de sus deportistas. E. A.

Una delicada línea separa a directivos y entrenadores de los padres y madres de los jóvenes que realizan alguna actividad deportiva. Muchos declaran que es importante mantener "cierta distancia", aunque consideran que lo fundamental es facilitar toda la información posible sobre las actividades que realizan. En el recorrido se encuentran muchos aspectos que son básicos. Los técnicos hablan de "formación deportiva", lo que le les lleva también a la "formación educativa". No parecen existir presiones por parte de los progenitores sobre los entrenadores, salvo contadas excepciones. El escenario de estas relaciones no es uniforme. Cada club tiene sus propias reglas y métodos de trabajo. Descubrir nuevos talentos en la cantera no es fácil. Llegar a ser campeón es un proceso largo y que requiere disciplina. A edades tempranas la filosofía es divertirse. Pero siempre con rigor. Vigo y su comarca posee una poderosa cantera en muchos deportes. En una visión general se puede considerar una potencia. El trabajo desde los clubes queda reflejado en sus éxitos, pero muchas veces no se ve otra realidad.

Eladio Bello lleva muchos años dedicado a la lucha en el San Ignacio. Ha vivido muchas situaciones, pero pronto aclara que "ninguna tensa. La experiencia con los padres es buena, sobre todo en los últimos años". Posee veinte jóvenes dedicados a la lucha. "Lo fundamental en el trabajo con la cantera es que todos se lo pasen bien y se diviertan mientras crecen en el aspecto deportivo. Si no hay buen ambiente creamos un problema y de los gordos. Los niños y niñas no quieren venir a entrenar", afirma.

Posee varias claves. Desvela que "los padres se integran. Yo les doy información de lo que hacemos y como debe ser el comportamiento. Todos saben cuales son las normas". Y añade que "nosotros, en el San Ignacio, hemos conseguido que muchos padres nos ayuden en nuestras tareas, como colocar los tapices o hacer de delegados. Eso crea una filosofía muy positiva". Ejercer de "educadores" también forma parte del proceso. "No permito faltas de respeto", señala.

Sergio González, coordinador deportivo del Seis do Nadal de baloncesto, ha vivido todos los procesos. Fue jugador y también es entrenador. Trabaja en un grupo con casi 700 deportistas de todas las edades. Es estudioso y metódico. Es contundente al afirmar que "formamos personas a través del deporte. Se nota la evolución. Con el paso del tiempo se hacen más responsables y luchan por lograr sus metas. Saben que con esfuerzo y dedicación pueden conseguirlo". En su visión de la cantera destaca que "ganar no siempre da la felicidad. Perder tampoco puede ser una amargura. En la cantera se deben manejar otros valores, hay que buscar la empatía".

En algunos partidos se dan abultadas diferencias en el marcador entre uno y otro equipo. Sergio González afirma que "los entrenadores debemos saber leer estas situaciones. Y lo primero es ser respetuoso con el rival. Se puede cambiar la estrategia del juego para que el adversario no se sienta humillado. Y en ello también podemos incluir lo que pueden llegar a sentir los que están en la grada".

Los padres y madres constituyen un grupo especial dentro del Seis do Nadal. La mayor parte de la junta directiva tiene lazos familiares con los jugadores. Para Sergio González, "eso es una gran ventaja. Viven el club desde dentro. Saben que representan a una institución". No se ha encontrado con presiones para que conceda más tiempo de juego a un jugador u otro. "Me han realizado con algún comentario, pero lo puedo considerar como una anécdota", dice.

Manuel Mariño, responsable del El Olivo de esgrima, resalta que "desde que un deportista pasa a formar parte del club conoce las normas. Es muy fácil". Insiste en que "hablo con los padres, pero con claridad. Es normal que pregunten y también es normal responder, siempre con educación. Cuando se pasa a la otra parte ya me retiro". Pero enfatiza que "los padres y madres tienen un gran respeto por el trabajo que hacemos, por lo menos en este club". Experimentado en trabajar con la élite y la cantera, Manuel Mariño señala que "hay dos etapas muy definidas. En la base se busca formar al deportista y también inculcarle valores que le pueden servir en su vida diaria. Nunca he buscado un gran resultado con ellos, aunque si llega mejor. Si el único objetivo es ganar competiciones, estaremos cometiendo un doble error".

El técnico resalta que "este deporte no se parece al fútbol y lo digo con claridad". Mantiene que es importante la comunicación con los padres y madres y al mismo tiempo señala que "el respeto al entrenador es fundamental".

"El judo maneja valores de respeto, orden y disciplina. Eso ya lo saben todos aquellos que se acercan a este deporte". La frase corresponde a Mario Muzas, presidente de la Federación Gallega de Judo y también entrenador. "Tenemos una filosofía muy clara y por eso no hay problemas con los padres y las madres. No tengo constancia de que existieran", afirma. Añade que "este es un deporte de contacto y por lo tanto las reglas son incuestionables. Todos las aceptan". Comparte la filosofía que "formamos personas y tratamos de educarlas a través del deporte. Conozco a muchos que les ha servido para desarrollarse en su vida particular".

Sobre este asunto, se puede interpretar como una "responsabilidad" esa tarea de educación. Mario Muzas señala que "es un aliciente. Los padres y madres saben donde está su hijo y lo que hace. Por lo tanto conocen la filosofía. Por lo menos, nosotros lo manejamos así". Resulta llamativo que en las competiciones se escuchan muchas opiniones en las gradas sobre tal o cual decisión arbitral. El dirigente señala que "muchos de esos padres hicieron judo en su época más joven. Y conocen el reglamento. Pero nunca he escuchado un insulto ni nada parecido".

María José Prado es entrenadora en el Club Ciclista Vigués. Maneja un grupo de 35 deportistas de base. También cuenta con una gran experiencia. "La relación con los padres es correcta", afirma. Reconoce que "aquí no hay ningún conflicto. Tenemos la ventaja de que no tenemos banquillo. Todos juegan, por decirlo de una forma gráfica. Después habrá mejores o peores resultados, pero las oportunidades deportivas son iguales para todos". Y reitera que "siempre hemos tratado de que el respeto y la educación se encuentren presentes por encima de cualquier otro aspecto. Y ellos lo saben, tanto deportistas como padres y madres. El que se salga del guión no tiene sitio".

Es una idea similar a la que maneja Jorge Comesaña, entrenador de tenis. "El que comete una falta de respeto se va fuera. Así de claro". Reconoce que "muchas veces no me fijo en los resultados de los deportistas. Analizo sus errores y trato de corregirlos. Y algunos padres me preguntan. Es normal. Pero siempre con una distancia prudencial". El tenis es un deporte individual, por lo que pueden existir presiones de todo tipo. Jorge Comesaña desvela que "si aparece un jugador con un gran talento se nota enseguida. Lo captamos en la retina. Pero mis alumnos quieren aprender a jugar al tenis y tratar de mejorar. Ponerse retos muy altos, como llegar a ser profesional, es perjudicial". Los padres y madres también realizan, según su opinión, un gran esfuerzo para llevar a sus hijos a los torneos.

Un caso singular se encuentra en el béisbol. Fernando Rodríguez, entrenador del Trasnos, explica que "no hay protestas desde la grada, ni durante los partidos ni los entrenamientos". Eso sí, los padres insisten en que se pueden mejorar las condiciones para jugar. "No tenemos un campo y esa es la principal protesta", desvela. El técnico señala que "lo más importante para un joven es hacer deporte, como primer paso, y sentirse cómodo en un grupo. Creo que esos valores, en los que también entra a formar parte la solidaridad, son fundamentales".

Otros clubes también tienen sus propias normas. Manuel Pedrares, entrenador del Kayak Tudense de piragüismo que entrena a 40 jóvenes, explica que "los padres tienen prohibido cruzar la puerta del club. Pero les informamos de todo lo que hacemos y sin problemas". Añade que "este es un deporte donde la constancia es un elemento clave. Por eso pedimos compromiso y disciplina. Y también lo hemos encontrado en los padres y madres".

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