La temporada ciclista en Galicia se inició con las primeras carreras de mini btt y también la modalidad de carretera. Porriño y Vigo fueron los escenarios donde se mostró a los jóvenes promesas en una campaña que finalizará en el mes de septiembre. En las dos modalidades participan más de 200 ciclistas, lo que constituye un número similar al de temporadas anteriores. Los prebenjamines, promesas, principiantes, alevines, infantiles y cadetes ya conocen las fechas y lugares en los que competir.
La jornada inaugural en Porriño marcó el inicio en la especialidad de carretera. El Club Ciclista Spol, liderado por el incombustible Horacio Barros, reunió a casi 200 participantes. El Trofeo Vila do Louro es también uno de los más emblemáticas por su larga tradición. Se cumplen casi 40 años desde que se disputó la primera edición. Su organizador señala que "para nosotros es muy importante mantener la tradición en Porriño. Siempre hemos apostado por el ciclismo, sobre todo en la base. En la villa existe una gran cantera e interés. El objetivo es seguir con esta filosofía".
El Spol atravesó por varias etapas, algunas de ellas épicas y con grandes resultados. Ahora, Horacio Barros se dedica a la organización de las pruebas, aunque mantiene su filosofía. "Siempre he sido un hombre de ciclismo", resalta. En su opinión, "la cantera en Galicia hay que cuidarla un poco más. Existen equipos que trabajan muy bien, pero se debería hacer un esfuerzo mayor. Hay que apostar fuerte".
El pasado sábado también se inauguró la temporada de mini btt, una disciplina que cada vez cuenta con un mayor número de participantes. Organizada por el Club Ciclista Vigués, otra entidad con carisma dentro del pelotón gallego, se disputó el III Trofeo Entidad Local Menor de Bembrive. A la cita acudieron más de 200 participantes que desafiaron a la lluvia.
María José Prado, una de las entrenadoras del conjunto vigués, señaló que "fue duro e intenso, pero la verdad es que los jóvenes se comportaron muy bien. Se nota que tienen ganas de competir". A la prueba acudieron casi veinte equipos, lo que es una muestra de la fortaleza de esta modalidad deportiva. La entrenadora resalta que "es una especialidad que ha crecido y que también es bueno que al margen de la competición también puedan disfrutar los más pequeños". A ello también contribuye que los circuitos son de fácil acceso, lo que en la mayor parte de los casos se puede seguir la carrera en su totalidad.
María José Prado, que cuenta también con una amplia experiencia en el mundo del ciclismo, resalta que "el número de carreras para esta temporada es bastante alto. Eso significa que los clubes apostamos por esta modalidad de mini btt. Engancha a los más jóvenes, pero también a los entrenadores y al público".
Sobre la temporada, señala que "es interesante y además intensa. El nivel deportivo se mantiene casi igual en relación con la campaña anterior. Ahora el número de participantes es bueno, pero sinceramente creo que aumentará durante el verano, cuando se terminen los colegios".
Después del ciclocross, que ocupó mucho tiempo durante el invierno, se abre una nueva etapa en el ciclismo gallego. Las primeras pruebas demostraron que existe interés. En la comarca viguesa existen numerosos equipos. Muchos de ellos han conseguido tener a más deportistas en relación con anteriores campañas. El Club Ciclista Vigués, O Rosal y también la Escola de Ciclismo Redondela poseen ciclistas que también han brillado a nivel nacional tras conseguir buenos resultados en la temporada anterior.
