La unión de fuerzas ha provocado que el Club Baloncesto San José pueda cumplir más de veinte años con un magnífica salud deportiva. Más de doscientos jóvenes, del Colegio San José, Los Sauces, y Niño Jesús de Praga, forman parte de una estructura sólida que ha dado pasos importantes dentro del mundo del baloncesto y también del fútbol sala. Una actividad incesante en un proyecto con una filosofía clara y sin dudas. La formación.
Rosa María Montes, conocida en todos los ámbitos deportivos por Rosi, es la coordinadora de un proyecto global y que además posee características especiales. Explica que "desde que se fundó el club, en 1973, siempre ha mantenido la misma filosofía. Y no vamos a cambiar. El fomentar los valores humanos y deportivos".
Lo que se inició como una aventura ha terminado por convertirse en un club de referencia dentro de la cantera. Los equipos de fútbol sala y baloncesto viven unidos por una pasión. Y también por el trabajo que realizan los entrenadores, profesores y los padres de los jóvenes. Son 200, repartidos en multitud de equipos.
Para la coordinadora, "es importante ganar, ya que se trata de un juego. Y todos luchan por la victoria. Pero siempre pedimos un compromiso de respeto y también de hacer las cosas bien. Es importante educar en los valores deportivos. En eso somos inflexibles".
El Club Baloncesto San José ha crecido con el paso del tiempo. Su principal referencia es el mundo de la canasta, pero también apostó por el fútbol sala tras las peticiones de varias personas. En ese proyecto trabajan 16 entrenadores en total para desarrollar las actividades.
La unión del Colegio San José, uno de los puntos de referencia, el Colegio Los Sauces y el Niño Jesús de Praga es fundamental. Todos comparten la misma idea y filosofía. Todos trabajan en un proyecto único. En ese sentido, Rosa María Montes explica que "es complicado desarrollar todo el trabajo. Son muchos. Pero todos lo hacemos con mucha ilusión. Ver como crecen y hacen deporte es algo que no se puede explicar con palabras".
La entidad está abierta a nuevas incorporaciones siempre con el objetivo de que puedan aprender tanto el baloncesto como el fútbol sala. Tampoco descarta el poder crecer todavía un poco más. Pero el trabajo ya es intenso. Así queda demostrado en la agenda de entrenamientos y partidos que afrontan todas las semanas. La coordinadora insiste en que "esto no se podría realizar sin la junta directiva, los padres y los entrenadores que están muy involucrados. Formamos una gran familia y esto también es muy importante para que se pueda sacar el proyecto adelante".
El club sobrevive también gracias a las aportaciones de Tiempo Muerto, Cex Vigo, Madekoa y la Asociación de Comerciantes de Teis. Dicen en la entidad que "es muy importante que puedan estar a nuestro lado. Sobre todo en estos momentos de dificultad. Pero también valoramos mucho su compromiso y aportación. Sobre todo lo agradecen los deportistas".
El Club Baloncesto San José se ha convertido en uno de los más importantes de la ciudad por la cantidad de deportistas que posee, por su dedicación a dos modalidades deportivas y también por la histórica trayectoria que acumula en su compromiso con el deporte. El acto de presentación de todos sus equipos, que tuvo lugar hace unos días, volvió a demostrar el poder de un club que muchos consideran como uno de los más emblemáticos de la ciudad.
Los desafíos para el futuro son muchos. El que cuenta con la gran prioridad es mantener la línea de trabajo que se inició hace más de veinte años. Rosa María Montes explica que "seguiremos con esta vocación que consideramos como muy importante para la juventud. Es algo que forma parte de nuestra identidad". El club cuenta con una estructura sólida y tiene en la educación uno de sus puntos de referencia. Aunque desde la entidad también añaden que "nos gusta ganar, como a todos".
