Adrián Valverde Casas tiene 21 años y hace cuatro decidió dejar el fútbol, su otra pasión deportiva, para dedicarse al ciclismo. En el Club Ciclista Rías Baixas encontró la formación en la que podía desarrollar su carrera. Se especializó en el ciclocross y logró ser el primero en el ranking gallego y también el subcampeonato autonómico en esta especialidad. Es un título que ahora quiere lograr y que se ha convertido en un objetivo.
Reconoce que durante algunos meses se entrenó "por sensaciones". Hasta que contactó con Óscar García, un profesor universitario que también es técnico. A partir de ese momento mejoró su rendimiento y también afronta nuevos desafíos. Se considera un ciclista de técnica y de esfuerzos explosivos, por eso la modalidad de carretera no se adapta a sus características.
El próximo fin de semana en O Rosal inicia la temporada con el reto de estar entre los mejores. Demostró encontrarse en un buen momento de forma en la Copa de España que se disputó el pasado sábado y domingo en el País Vasco. Estuvo entre los diez primeros en su categoría.
Adrián Valverde tuvo que superar una lesión que le impidió entrenarse con normalidad durante un mes. Una caída provocó una fractura del escafoides. Fue dolorosa, pero afrontó su recuperación con ganas e ilusión. Ahora parece casi olvidada.
-Fue al País Vasco y tuvo buenos resultados. ¿Se los esperaba?
-Fueron dos carreras. La verdad es que tenía dudas, ya que la lesión me impidió trabajar con cierta normalidad durante un mes. Pero las sensaciones fueron muy buenas. Diría que magníficas. Estar entre los diez primeros está muy bien. Incluso tuvo opciones de logra el triunfo en sub-23. Fui segundo. Me superaron en la última vuelta.
-¿Las sensaciones son positivas para la temporada que ahora empieza?
-Más que positivas. No me podía imaginar está así. Pero hay que seguir trabajando.
-¿Su objetivo es ganar el campeonato gallego?
-El objetivo es ganar el campeonato gallego, sin duda. Me he quedado cerca en los años anteriores y espero cumplirlo. Pero no será fácil. Las cosas están muy igualadas. Hay que cuatro o cinco ciclistas que estaremos en la lucha.
-¿Pero usted es uno de los favoritos?
-Es cierto que cada vez me encuentro mejor y tengo más experiencia, que también influye en el deporte. Voy mejorando poco a poco cada temporada. Noto que he crecido como deportista.
-El ciclocross es una modalidad exigente. ¿Técnica o fuerza?
-Depende. No se puede apostar por una cosa sola. Influye mucho el tipo de circuito en el que se dispute la carrera. Hay recorridos muy técnicos que exigen un gran concentración y no cometer errores. Pero también otros donde lo importante es la fuerza.
-¿Es usted más técnico que fuerte?
-Me adapto. Si tengo que elegir prefiero la técnica. Digamos que soy un corredor explosivo, de esfuerzos cortos y rápidos.
-Dicen de usted que se pone nervioso ante de las pruebas. ¿Lo confirma?
-Reconozco que me pongo nervioso y que necesito aislarme. Antes lo llevaba peor, pero ahora ya lo controlo más. Se me pasan los nervios en cuanto se inicia la carrera. Esos nervios los aparco antes de la salida. Pero lo he pasado mal en ese sentido.
-Dice que ha mejorado mucho en los últimos meses en cuanto al entrenamiento. ¿Tanto trabaja?
-Suelo entrenar casi tres horas todos los días. Además, realizo un trabajo de base al comienzo de la temporada. Creo que es necesario este esfuerzo para después competir a buen nivel.
-¿No es mucho?
-Si uno quiere conseguir algo hay que luchar. En eso estoy. La bicicleta es una de mis pasiones.
-Reconoce que antes se entrenaba por sensaciones. ¿Ha cambiado el sistema?
-Desde que Óscar García, mi entrenador desde hace tres años, me dio las claves he mejorado mucho. La verdad es que he cambiado casi todo. Me siento muy cómodo y seguro. Espero continuar así. Realmente es un técnico con mucha experiencia y que sabe mucho de esto.
-¿Le ha aconsejado también el poder competir en la modalidad de carretera?
-La carretera no es mi fuerte. No me acostumbro a estar tres o cuatro horas encima de la bicicleta. Es un esfuerzo muy grande. Soy un ciclista más explosivo y de recorridos cortos. Haré alguna prueba de carretera, pero reconozco que no es mi fuerte.
-¿Pero puede ayudar a su equipo en alguna prueba?
-Por supuesto. Me tienen aquí para lo que pueda aportar. Ya lo saben. Pertenezco a un gran grupo donde existe una magnífica unión entre todos. Estoy dispuesto a ayudar en todo lo que pueda.
