Hace veinte años, los vecinos de la plaza de A Miñoca se unían con un objetivo común: reclamar las dotaciones deportivas que, a pesar de estar previstas en el Peri de la zona, se iban a sustituir por dos torres de viviendas en la calle Fotógrafo Luis Ksado.
Fueron meses tensos de tira y afloja con el Concello, durante los cuales incluso se produjeron cargas por parte de la policía, quien llegó a detener a cuatro personas por impedir la descarga de un camión en los trabajos de cimentación del proyecto constructivo.
Finalmente, los vecinos lograron paralizar la recalificación de la parcela, que actualmente alberga una pista polideportiva y un campo de petanca, y la recién creada asociación -cuyo primer presidente fue Roberto Piñeiro- se embarcó entonces en un nuevo objetivo: conseguir un local social lo suficientemente grande para celebrar todos los cursos y actividades que en el pequeño espacio de la calle Eugenio Kraft era casi imposible desarrollar.
Esta meta se convirtió en el principal empeño de Elena Losada, presidenta de la entidad desde 2003. "Siempre contamos con el apoyo de todos los políticos. Corina Porro, Santi Domínguez, Caballero... todos querían que tuviéramos un local decente, aunque tuvimos que esperar más de una década para conseguirlo", recuerda.
En enero de 2015, finalmente abrieron sus puertas las instalaciones vecinales, también en la calle Fotógrafo Luis Ksado. Oficinas, un salón multiusos, una biblioteca, aulas, baños e incluso una cocina conforman el espacio, totalmente adaptado para personas con movilidad reducida, donde se desarrolla la intensa actividad de la asociación. Cursos de baile de salón, yoga, pilates, tai chi, labores compartidas, tablets y móviles, memoria activa, pintura, bolillos... El calendario de actividades está ajustado al milímetro y de él se benefician, principalmente, personas mayores.
1.100 familias
El crecimiento del número de socios ha sido constante desde la llegada de Losada a la presidencia y actualmente son alrededor de 1.100 familias de todo Vigo las que están asociadas a la entidad.
"Yo ni en mis mejores sueños me imaginaba contar con un local así y tener el cariño de tanta gente. El día 25, por ejemplo, cuando celebramos el aniversario de la asociación, éramos 300 personas en la comida", apunta la presidenta, quien alaba la labor de su equipo directivo, formado por siete mujeres y un hombre: "Es un equipo muy unido, que cualquiera querría para sí", apostilla Losada, a quien le gustaría que los jóvenes se implicaran más en la actividad asociativa. "Pero de eso ya se ocupará quien venga después de mí. Aunque yo, mientras tenga salud y los socios me quieran, seguiré al frente de la asociación", afirma.
