Tras "Pequeños poemas desesperados" -prologado por Jesús Alonso Montero y Newton Sabbá Guimarãens-, "45 Poemas y 5 Haikus" y "Poemas a mujeres", el poeta ribadaviense Jaime Moreda Santamaría vuelve a la escena literaria con "Haikus y (paréntesis)", un nuevo poemario -autoeditado al igual que los anteriores-, que presentará este viernes 8 en el café De Catro a Catro, a las 20.00 horas.
- ¿De dónde viene su gusto por los haikus?
Mi inclinación por los haikus se debe a que me gusta la brevedad en la poesía y lo sencillamente condensado: la Esencia. Lo cierto es que escribí mi primer haiku y aún hoy no sé muy bien la razón. A ese siguieron otros, hasta que tuve los suficientes con la calidad suficiente para poder considerarme un haijin (o escritor de haikus), con todo lo que eso implica, y así poder autopublicar este poemario, "Haikus y (paréntesis)". Ahora sigo profundizando y tratando de escribir haikus cada vez más perfectos, con la sabiduría que me confieren los años.
- ¿Cuáles son las características de este género poético?
Los haikus tienen que cumplir, según los expertos, ciertas características para poder ser considerados como tal, pero eso es algo muy elástico. Por ejemplo, es normal el considerar moras como sílabas (aunque esto no es realmente así), mas de alguna forma tenemos que medir los versos. Aceptemos entonces que una mora es una sílaba y aceptemos que hay que aceptar la normas y los recursos estilísticos de la métrica española para medir haikus -aunque no me parece lo más correcto-, porque si no fuera así, no podríamos escribirlos y medirlos en español.
En Japón (tierra nativa de este género poético, a la sazón la poesía más corta del mundo), normalmente están formados por tres versos de 5-7-5 moras. Originalmente, la esencia del haiku es cortar mediante la yuxtaposición de dos ideas o imágenes separadas por un término "cortante" ( kireji, en japonés) y, siguiendo el régimen tradicional japonés, la composición suele contener una referencia directa o indirecta a la estación del año, mediante el uso de un kigo o palabra que evoca las estaciones, pero no todos los haikus (incluso de autores japoneses clásicos) cumplen estas tres características básicas.
Personalmente, opino que estas características -y algunas otras- son un "producto" producido por expertos después de tres largos siglos, desde que Matsuo Basho rompió el tanka quedándose tan solo con los tres primeros versos de esta composición y utilizándola como una forma autónoma, dotándola de una poética nueva, influida por el budismo zen y heredera de la actitud de asombro y arrobo ante la naturaleza, que Shiki bautizó tiempo después con el neologismo haiku.
- Tras leer su poemario, es como si hubiera disfrutado de un paseo por el Ribeiro, con la naturaleza acariciando los sentidos.
Me siento halagado ya que, si has sentido eso, he conseguido lo que todo haijin sueña. Personalmente, opino que un haiku es una fotografía de un pequeño-gran detalle que la Madre Naturaleza (o la vida) nos ofrece y que he sido capaz de capturar en esencia. Como todo lo sumamente importante, la Esencia no tiene precio, nunca podrás comprarla, no se vende en ningún mercado.
- ¿Por qué eligió la poesía como forma de expresión?
Creo que yo no he sido el que ha escogido la poesía, sino que la poesía es la que me ha escogido a mí. Mira, hay cosas incomprensibles en este mundo y una de ellas es la inspiración. Muchos de mis poemas son inspiración pura, una inspiración que no sabes por qué llega, pero llega; llega y "neuronea" y lo único que puedes hacer es escribir raudo lo que tu cerebro dicta a una velocidad vertiginosa. Debes ser rápido, muy rápido o disponer de una grabadora para grabarte cuando esa inspiración te invade, pues es muy caprichosa.
