Casas en las que ya únicamente reside la nostalgia de un tiempo vivido, cuya singular belleza procede, precisamente, de su abandono. Son estas viviendas deshabitadas las protagonistas, desde hace más de tres años, de la obra de Iñaki Matilla.
Hasta el 12 de diciembre, el fotógrafo expone en la galería Soho (Praza de Compostela, 8) su última serie, "Latente", donde se muestran las diferentes estancias de una vivienda abandonada que está esperando una nueva oportunidad de ser habitada. "Se trata de una casa imaginaria -afirma-, formada por fotografías que he tomado en Bélgica, Italia, Portugal y Galicia".
Apasionado por este tipo de construcciones desde su infancia, Matilla entra en cada casa con el ansia de encontrar una poética que le inspire, "que mantenga los recuerdos de la gente que vivía allí, que me trasmita emociones".
Nostalgia es la principal emoción que inspiran las fotografías de Matilla, que despiertan en quienes las contemplan momentos vividos hace años que creían desaparecidos. "Me gustan las casas antiguas, que fueron muy vividas, mansiones que tengan esa esencia del abandono. No fotografío viviendas modernas, ni tampoco fábricas u otro tipo de construcciones similares, ya que no me dan lo que busco.
Claro que en ocasiones, ni siquiera en aquellas que cumplen todos los requisitos halla lo que busca. "A veces están cerradas y no puedo ni entrar. Otras, entro pero lo que encuentro no me aporta nada", afirma.
