De la obra de Luis R. Camarero, el público afirma que trasmite alegría, paz y serenidad. El uso del color en sus composiciones y recreaciones de paisajes gallegos y la singular técnica que utiliza se pueden contemplar hasta el 5 de noviembre en la sala de arte Apo'strophe del centro comercial de la Praza Elíptica, donde expone "Texturas".
El óleo es el protagonista absoluto de la pintura matérica del artista. "Normalmente, se utilizan materiales diversos como arpilleras, cerámicas, etc. Sin embargo, mi pintura está hecha exclusivamente con óleo", explica.
Con la tabla como soporte, R. Camarero crea la textura con pintura en abundancia. Tras dejarla secar y endurecerse ("si es en verano, durante un mes; en invierno puede llegar a tres"), empieza a dar color, generalmente con espátula. Tras un segundo proceso de secado que dura varios días, sigue trabajando los colores con pincel, espátula y también la yema de los dedos.
El resultado son piezas de mucha fuerza y presencia por su trimidensionalidad, donde se adivinan paisajes gallegos como la Ribeira Sacra o las Cíes pero también composiciones que no aluden a lugares concretos. "Pinto con la memoria. En ella quedan impresiones de estos lugares y con estas impresiones compongo los cuadros, algunos incluso después de muchos años".
"Me gusta pintar lugares que forman parte de mí mismo, de mi identidad", apostilla. Los paisajes de Chantada o Nigrán saludan al observador desde las paredes de la sala, en unas obras que se mueven entre la representación y la abstracción.
"Son cuadros que tienen varias fases y cuya elaboración es lenta", relata el artista. "A veces los dejo en una pared y a lo mejor durante un año o dos voy introduciendo modificaciones. Pienso que así como la naturaleza hace sus grandes obras muy despacio, nosotros también tenemos que hacer nuestras pequeños obras muy despacio".
