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Los vigueses se suman a la ola de solidaridad con el pueblo sirio

" Particulares, empresas y colectivos colaboran en un envío de material escolar, artículos de higiene y prendas de abrigo " Las donaciones se recogen el 26 de marzo y 1 de abril en el puerto de Bouzas

Katu M. Turbe, junto a algunas de las cajas que enviaron en enero pasado.

Particulares, colectivos y empresas se suman a la solidaridad con el pueblo sirio a través de una campaña de envío de material a campamentos de desplazados y pueblos de este país en guerra que promueve en la ciudad la delegación de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (www.aaps.es), entidad con sede en Madrid que lleva cinco años dedicada a la ayuda humanitaria en este estado.

Tras un exitoso envío en enero pasado, los representantes de esta asociación en Vigo están preparando otro para el 4 de abril. En esta ocasión piden material escolar (incluidas mochilas nuevas o usadas), artículos de aseo (champú, gel, jabón, compresas, pañales, desodorantes sin spray, cremas, cepillos dentales, pasta dentífrica,...) y prendas de abrigo (mantas, gorros, bufandas, guantes). Los interesados en colaborar disponen de dos fechas, el 26 de marzo y el 1 de abril, para llevar sus aportaciones al puerto de Bouzas, concretamente a las naves 5 y 6, donde docenas de voluntarios se encargan de la recogida y organización del material en horario de 18 a 20 horas.

Esta llamada a la solidaridad está teniendo muy buena respuesta entre los ciudadanos de Vigo y de otras localidades de la provincia. Algunos colegios se han sumado a la iniciativa, bien a través de sus ANPAS o de la dirección del centro. Es el caso de O Castro International School, Martín Códax, Las Acacias, Montecastelo, Losada, Mercantil, Vivas y Escola Infantil A Camelia. El Puerto de Bouzas también colabora cediendo una nave como punto de recogida, SEUR se encarga de realizar el envío sin coste alguno y numerosas empresas colaboran desinteresadamente donando cajas, palets y facilitando medios de transporte.

Sin el apoyo de grandes organizaciones ni administraciones públicas, esta iniciativa surgió de un grupo de amigos entre los que se encuentra Katu M. Iturbe. "Pensamos que queríamos ayudar a los sirios que han tenido que abandonar sus casas escapando de la guerra; busqué en internet y encontré la Asociación de Ayuda al Pueblo Sirio (AAPS), quienes nos explicaron el proceso y enseguida nos nombraron delegación en Galicia de la asociación", explica la coordinadora de estas campañas de solidaridad.

El material que donan los vigueses se destina a campamentos de desplazados y pueblos en la propia Siria. De la ciudad olívica va a la sede central de la AAPS en Madrid, donde se junta con aportaciones de otras ciudades para trasladar a Valencia, de donde sale en barco hacia Turquía en una singladura de 15 días. Desde ese país se distribuye a Siria con la ayuda de ONG locales. "La ayuda llega, la asociación exige vídeos y fotos de cómo se reparte el material entre las personas a las que va destinado; es una satisfacción ver la manta que tú has tejido recibida con alegría por alguien que la necesita", explica Katu M. Iturbe.

Lo que comenzó siendo una iniciativa entre amigos se convirtió en una red de solidaridad en la que se implicaron miles de particulares y decenas de colectivos. "Empezamos a tejer en la cafetería Victoria's Bakery Shop, donde nos seguimos reuniendo los viernes; al principio venía algún señor, ahora somos mujeres y niños", explica Katu Iturbe, quien confiesa que antes de la primera campaña realizada en enero no sabía calcetar. A ese grupo se le unieron, a través de redes sociales y del boca a boca, un centenar de personas dispuestas a ayudar. "Mandé un mensaje de WhatsApp a un grupo de antiguos alumnos de la Universidad de Navarra pidiendo colaboración porque habíamos llenado 20 cajas y sobraba mucho espacio en el camión que SEUR nos cedía gratis; al poco tiempo me llaman de la cafetería diciendo que estaba repleta de bolsas con mantas y otros artículos, así que tuvimos que organizar enseguida el traslado a la nave que la Autoridad Portuaria nos cedió en Bouzas".

Ya en las instalaciones portuarias comenzaron a recibir una cascada de ayuda, tanto por parte de gente que iba a donar como de algunos que se ofrecieron a clasificar el material, que llenaba las dos plantas de la nave.

"Al ver la respuesta de la gente me crezco y pienso que la fuerza de la solidaridad es capaz de traspasar fronteras, incluso cuando parecen estar cerradas y cercadas por el horror", reflexiona Katu Iturbe.

La coordinadora de esta campaña declara que "para mí es un pequeño consuelo poder hacer llegar algo de ayuda humanitaria al interior de la castigada Siria. En Vigo hay gente muy generosa que además de estar colaborando te dan las gracias por hacer posible esta ayuda. La guerra no cesa y queda mucho trabajo por delante. Sabemos que para las carencias y necesidades que tienen nuestra ayuda es mínima. Son personas que han perdido todo, que han salido con lo puesto, han dejado casa, coche, trabajo, educación, su libertad, y hasta su dignidad dañada. Lo que les enviamos son 'muchos pequeños pocos' pero tiene el valor añadido del cariño. Con un mínimo coste económico y un poquito de tiempo robado a otras tareas, queremos llevarles algo de calor y decirles que no están solos y que no nos olvidamos de ellos".

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