Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un mundo idílico en un submarino imaginario

" Los artistas vigueses Federico Fernández y Germán González crean el cuento desplegable sin palabras "Balea" " En él se funden los dibujos de robótica de uno y las acuarelas del otro

Taller infantil donde los participantes pudieron colorear los personajes.

Los artistas y profesores vigueses Federico Fernández y Germán González han fundido sus estilos de dibujo y pintura para crear "Balea", un cuento sin palabras editado por Kalandraka y destinado a un público desde los 4 a más de cien años. "Balea" es un gran mural de doble cara, plegado como un acordeón que, de un lado representa una enorme ballena sumergida en el mar, donde también se recrea una persecución de peces y el enamoramiento de un operario con una sirena. En el reverso aparece el interior del artefacto submarino, dividido en numerosos compartimentos en los que habitan buzos de traje amarillo que desarrollan numerosas tareas: control de navegación, reparaciones mecánicas, cultivo de una huerta, gestión de despensa y de la cocina, descanso en los dormitorios, ejercicio en el gimnasio, música, pintura y lectura en las salas de ocio,...

Este libro objeto invita al público a imaginar lo que sucede en cada estancia de una sociedad idílica y sin jerarquías, donde hombre, mujeres, ancianos y niños conviven en armonía, empleando energía limpia y eficiente. En este sentido, los autores actúan como ingenieros de un invento llamado a revolucionar tanto la navegación y el transporte marítimo como a despertar la imaginación de los lectores.

Las viñetas de Francisco Ibáñez en "13 Rue del Percebe", las escenas cotidianas de Ali Mitgush, un ilustrador alemán de los años 60 poco conocido en la España de la época y muy admirado por Federico Fernández, y las multitudes de Martin Handford en "¿Dónde está Wally?" son referentes artísticos de "Balea", donde Fernández y González realizan un guiño a Julio Verne y a Leonardo Davinci por su relación con el retrofuturismo y la robótica.

Detrás de "Balea" se encuentran los estilos de dibujo y pintura de sus autores, de manera que se fusionan las máquinas de uno con las acuarelas del otro. La tecnología arcaica de la obra de Federico Fernández, plasmada en dibujos de robots a los que se le da cuerda, motos y otros artilugios se hace patente en el "invento" de este submarino. Las acuarelas de objetos pequeños características de Germán dan el color y el detalle al libro mural.

"La acogida esta siendo muy buena", comenta Federico Fernández. "Los personajes son muy divertidos y gustan al público; a los padres también les atrae porque funciona como un objeto", explica este dibujante, profesor de dibujo en a Escuela Municipal de Artes y Oficios EMAO de Vigo.

La apuesta de los autores era escapar del concepto de libro tradicional que se puede ver en cualquier librería. De ahí que hayan apostado por este formato, que permite tenerlo como mural colgado en la habitación del niño, por ejemplo.

Durante la semana pasada, el público pudo acercarse a esta obra y su proceso creativo a través de una muestra en el Halcón Milenario, un espacio artístico en la calle Cervantes precisamente promovido por los autores de "Balea". Bosquejos originales de los dibujos y de las primeras acuarelas, ilustraciones originales, un vídeo con animaciones y un taller infantil completaron la muestra.

Tras la muestra en Vigo, la editorial tiene previsto otra en la galería Sargadelos de Santiago.

Licenciados en Bellas Artes por la Universidad de Vigo, Federico y Germán hacen por primera vez un trabajo juntos, que se añade a la promoción del espacio El Halcón Milenario.

Federico Fernández tiene ya varios libros publicados, entre el que destaca "Onde perdeu Lúa a risa?", editado por Kalandraka y galardonado con el Premio Nacional de Ilustración 2001. Sus ilustraciones se peden ver en una treintena de libros de diferentes editoriales gallegas, españolas e incluso de Alemania. "Para mí, a ilustración es una necesidad vital", comenta este vigués de 43 años.

Para Germán, profesor de plástica de la ESO en diferentes colegios, entre el que se encuentra el Santiago Apóstol de Ponteareas, esta es su primera experiencia editorial.

Compartir el artículo

stats