Practicar en el presente para ser mejores profesores en el futuro. Es lo que ofrece el Programa de Inmersión en Actividades Extraescolares organizado por segundo año consecutivo por la empresa de gestión de servicios educativos Neoeduca y el Club Deportivo Miralba.
El objetivo del proyecto es que los alumnos de la Escuela de Magisterio San Pablo CEU de Vigo amplíen competencias, utilizando como herramienta para ello las actividades extraescolares. "Creemos que son de gran valor a la hora de adquirir habilidades y destrezas que les serán de mucha utilidad cuando sean profesores en un aula: formas de trabajar y de programar, valores como el compromiso o la puntualidad, etc.", explica Javier Salgado, promotor del proyecto.
Para Neoeduca, la iniciativa también es una forma de crear una bolsa de trabajo "de gente con vocación". Y es que, aunque actualmente la legislación española no determina quién puede impartir clases extraescolares, en la empresa opinan que "en todos aquellos ámbitos donde haya niños tendría que estar presente un educador. En el caso de las actividades extraescolares, su cometido no se ciñe a trasmitir conocimientos de deportes, idiomas, etc., sino que también ha de trasmitir valores humanos. Sin embargo, en muchas ocasiones nos encontramos a personas impartiendo estas actividades que no tienen esta vocación educativa y no son el mejor ejemplo", señala Salgado.
El programa está dirigido a que los alumnos de los primeros cursos de Magisterio adquieran ya experiencia antes de las prácticas formativas que han de realizar el último año. En esta ocasión, una quincena de estudiantes se han inscrito en las distintas actividades del proyecto (campamentos de Semana Santa, deportes, inglés, clubs de estudio, etc.), donde están en todo momento supervisados por los propios monitores de Neoeduca.
Ayer comenzaron las primeras sesiones, que se llevan a cabo en el CPI Cova Terreña de Baiona; los colegios Don Bosco y Atlántida y los CEIP Coutada Beade y Mestres Goldar de Vigo; el CEP Altamira de Salceda de Caselas; el Club Deportivo Miralba y el Centro Comercial Travesía.
En éste último se encuentra durante toda la Semana Santa Adela Iglesias, alumna de 2º curso de Educación Infantil, junto con las monitoras de Neoeduca Iria Domínguez y Romina Bastos.
Para Adela, esta no es su primera incursión en el mundo laboral, ya que lleva desde el año pasado impartiendo una actividad extraescolar de patinaje en el colegio Lope de Vega. "Creo que estar con monitoras que te puedan ir enseñando pautas y formas de trabajar es el mejor modo de aprender", afirma.
Rodeada de niños de entre 3 y 9 años, opina que para ser una buena educadora es necesario "mucha ilusión y motivación, para poder transmitírselas a los niños y que de esta forma se animen a participar".
"En el programa aprendemos todos de todos -apostilla Iria Domínguez-. Ella puede conocer el mundo laboral y para nosotros representa un apoyo y también un enriquecimiento".
Las monitoras le explican el funcionamiento de las actividades y posteriormente supervisan su participación, que plasmarán en un registro donde se evalúan aspectos como la puntualidad, la confianza, la disponibilidad, si es proactivo y promueve actividades nuevas, si fomenta el compañerismo, etc.
"Para trabajar con niños es necesaria una formación -afirma Romina Bastos- Hay que tener conocimientos de psicología y estar preparado para tratar con pequeños de estas edades; no llega con tener conocimientos de la actividad que estás desarrollando".
Empatía y "buen rollo" son dos de las aptitudes que Bastos considera imprescindibles para ser una buena educadora. "Y también mucha paciencia y creatividad, ser muy positiva, ya que muchas veces los niños vienen a actividades extraescolares porque les mandan sus padres, y tienes que ilusionarlos para que participen".
