"Vanos arder o peito porque dentro temos lume!". Con el 'grito de guerra' de los regueifeiros Pinto D'Herbón y Luis O Caruncho, dio comienzo la octava edición del Certame Escolar de Regueifas del Concello de Vigo, que se celebró el pasado día 4 en el Centro Veciñal e Cultural de Valladares.
Más de quinientos jóvenes de una docena de centros educativos de la ciudad -a los que se unió por segundo año el IES Marco do Camballón de Vila de Cruces, cuyo alumnos son 'entrenados' en el arte de la regueifa por el escritor y maestro Sechu Sende- se dieron cita en el auditorio para animar a sus compañeros de clase, un centenar de estudiantes que durante tres horas demostraron que la improvisación oral goza de buena salud en Galicia.
El certamen puso punto final a los talleres organizados por el Servizo de Normalización Lingüística del Concello de Vigo y la asociación ORAL, e impartidos a lo largo de los últimos dos meses por Pinto D'Herbón y Luis O Caruncho en centros educativos de la ciudad olívica.
En estas sesiones, los regueifeiros acercaron a los alumnos la historia de la improvisación en verso, tanto en Galicia como en el resto del mundo, ofreciéndoles las claves de la técnica para que luego, mediante juegos didácticos, se lanzaran a practicar.
El resultado se pudo contemplar sobre el escenario del auditorio a lo largo de las tres rondas en las que se estructuró el certamen. En la primera, los cien participantes recitaron una copla de presentación y tuvieron que improvisar sendas rimas más, que debían incluir, en primer lugar, dos palabras elegidas por Luis O Caruncho y Pinto D'Herbón, y luego un verso de arranque.
El jurado, del que formaron parte Toya Vázquez, regueifeira "na intimidade" -"non son de subir a un escenario", confesaba antes del comienzo del concurso- y Manolo Maseda, músico y maestro en el IES Maximino Romero de Baio, eligió a veinte finalistas, que se enfrentaron a una segunda ronda donde tuvieron que improvisar una copla con tres palabras y un rima con un pie forzado; esto es, finalizarla con un verso determinado.
Los cuatro ganadores fueron Arturo Paulos, Lidia Codias, Paola Ángel y Lucía Martínez, que hicieron disfrutar al público con su habilidad para la improvisación en las últimas cuatro pruebas: rima dada, verso de arranque, juego de palabras y pie forzado.
Ya fuera del escenario, se mostraban orgullosos de lo conseguido, manifestando su gusto por rimar y alabando la iniciativa. "É unha forma diferente e moi divertida de aprender galego", afirmaba Codias. "É unha oportunidade para que te escoiten e aprecien o que sabes facer", apostillaba Ángel.
Dado el carácter lúdico y educativo del acto, no hubo otro premio que la admiración de sus compañeros, que llenaron el auditorio con pancartas y gritos de ánimo al son de los bombos. Eso sí, los alumnos de los centros educativos con más finalistas en la segunda fase (el San Tomé, el Politécnico y el Monterrey), pudieron disfrutar de los roscones con los que fueron agasajados por la organización.
