Como colofón de este 2014 a punto de rematar, nada mejor que celebrar el Fin de Año y la noche de Reyes junto al mar y disfrutar de los auténticos manjares del Atlántico. Ver despertar el día frente al paisaje marino es una experiencia única para dar la bienvenida al Año Nuevo o gozar de unos merecidos días de descanso al lado de familia o amigos. Y en las Rías Baixas es una opción que está muy cerca y se ajusta a todos los presupuestos.
Uno de los lugares de ensueño para degustar las mejores viandas que ofrece el Atlántico y descansar disfrutando de sus jardines, instalaciones y paisaje es el hotel restaurante Glasgow, en Oia, un balcón sobre el mar con amplios y magníficos jardines, dos piscinas, una pista de fútbol y tenis y un parque infantil donde los más pequeños pueden jugar a sus anchas. Por eso no hay que irse lejos, tomar aviones ni estar en el Caribe para gozar del Océano, de sus vistas y de sus sabores. No hay amaneceres más impactantes ni puestas de sol más inolvidables que los de las Rías Baixas.
Desde 1975 el restaurante Glasgow es un proyecto hecho realidad por Raúl González Granja, impulsor después del complejo hotelero en el que está volcada toda la familia y que goza de merecida fama por su buen hacer en la cocina y por su trato al cliente. Y que propone una cena de Nochevieja y de Reyes inolvidables.
Mariscos y pescados
Mariscos como centolla, bogavante, langostinos o cigalas, entre otros, estarán presentes en el menú de Fin de Año, además de otras suculencias en forma de lenguado y solomillo, todo un surtido de postres, vinos, uvas...y muchas otras posibilidades amenizadas con baile durante toda la noche. El hotel ofrece también la opción de la cena con alojamiento y desayuno, lo mismo que en Reyes.El entorno, su amplitud, sus instalaciones y su calidad han hecho de Glasgow un nombre de referencia para todo tipo de reuniones, desde congresos a bodas, cenas temáticas o jornadas. Su gran versatilidad se adapta a todas las necesidades y su fama va mucho más allá de la geografía gallega.
Calidad del producto y atención al cliente
- En el hotel Glasgow de Oia, un auténtico balcón frente al mar, está todo preparado al detalle para que las veladas de Nochevieja y Reyes sean inolvidables. Ya lo es su ubicación frente al Atlántico, perfilado por detrás en esta hermosa geografía por la belleza pétrea de la Serra da Groba. La calidad del producto, la amabilidad y atención con el cliente de todo el equipo y sus instalaciones hacen de este hotel un lugar de parada en cualquier época del año. Sus jardines al lado del mar son escenario habitual de eventos y celebraciones en las que priman los frutos marinos a la mesa, los de la dieta atlántica, reconocida y altamente valorada en todo el mundo. Su ubicación permite también realizar interesantes rutas por el entorno, tanto por la costa como por la sierra.
