Además de los padres de la joven, también acudió a los juzgados su hermano, Alberto González, que manifestó su "tranquilidad" ante el proceso y también la necesidad de mantener la calma porque "esto sólo acaba de empezar". El chico dijo que confía en la juez, en el fiscal y en su abogado para que se haga justicia y se aplique la pena máxima al acusado, aunque reconoció que "le caigan 15 ó 20 años nunca me parecerá suficiente".

El joven admitió que no había habido contacto entre su familia y la del presunto asesino. En este sentido, reiteró que en este momento la familia tiene que pensar en sí misma y estar tranquila porque "esto va a ser para rato".

Águeda González, de 21 años, desapareció el pasado 11 de enero. Su cuerpo fue hallado días después y fue el propio acusado, casado y padre de dos hijos, quien llevó a la Guardia Civil al lugar.