La Guardia Civil detuvo a los presuntos autores de una agresión sexual que se habría cometido la semana pasada en el poblado de O Vao, en el municipio de Poio. Se trata de un vecino del mismo barrio, de 50 años de edad y otro, de 34 años, con domicilio en Pontevedra. También fueron arrestados dos familiares de uno de los supuestos responsables de la violación, en este caso por amenzar y agredir a la víctima para que no denunciase.

Los hechos, según el relato de la propia víctima, sucedieron la semana pasada. Cuando regresaba andando del poblado fue abordada por dos individuos que la llevaron por la fuerza hacia una zona de monte próxima al domicilio de uno de los agresores, donde fue agredida sexualmente por los dos, tapándole la boca para silenciar los gritos de auxilio, explica la Guardia Civil.

Por su parte, el centro médico que atendió a la víctima informó de que las lesiones que presentaba en distintas partes del cuerpo eran compatibles con el relato de los hechos que denunciaba. La información aportada por la víctima facilitó la inmediata identificación de los dos presuntos agresores los que, al tener conocimiento de que se estaban buscando, se ausentaron de sus domicilios dificultando en principio su localización.

Posteriormente y a raíz de las gestiones que se realizaron en el entorno familiar, pasados tres días se personaron voluntariamente en las dependencias del Puesto de la Guardia Civil de Pontevedra, donde fueron detenidos como presuntos autores de un delito de agresión sexual con acceso carnal.

Los dos detenidos, junto con las diligencias instruidas, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Pontevedra que decretó la libertad provisional con cargos de los dos, con una orden de alejamiento de la víctima.

En el marco de esta investigación, llevada a cabo por efectivos del Puesto de Pontevedra y del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cangas, se procedió también a la detención de dos miembros de la familia de uno de los agresores, acusados de un delito de obstrucción a la justicia. Estos dos familiares amenazaron y agredieron físicamente a la víctima de la agresión sexual, con el objeto de intimidarla para que no presentase ninguna denuncia.

En ese caso, los detenidos fueron puestos en libertad una vez que prestaron declaración en las dependencias de la Guardia Civil, con la obligación expresa de comparecer ante la autoridad judicial cuando sean citados.