Dos versiones antagónicas e irreconciliables; un centro educativo con buena reputación en la comunidad educativa ahora cuestionado y una investigación policial que descarta la existencia de delito es el balance, una semana después, tras destaparse el escándalo a raíz de la supuesta relación que mantuvieron una profesora de 34 años del colegio San Miguel, en Pumarín, con un alumno de cuarto de la ESO, de 15. Ella -apartada desde el viernes de sus labores docentes- mantiene que "no es culpable de nada", mientras que el entorno más próximo del joven -que trata de llevar una vida normal para encarar la recta final del curso- asegura que tiene pruebas de que tal relación existió. El centro, por su parte, mantiene el hermetismo con la intención de esclarecer cuanto antes los hechos.

"No soy culpable de nada; el colegio lo único que busca es salvaguardar su imagen y no les importa ni el alumno ni yo", lamenta la docente, que ya ha puesto el asunto en manos de profesionales legales, jurídicos y sanitarios en defensa de sus intereses. El objetivo principal de la profesora es ahora "salir de esta situación que ni he provocado, ni he buscado y de la cual no estoy capacitada para salir sola", sostiene. Una situación de la que necesita salir , insiste, "cuanto antes" para intentar recuperar "la normalidad" que ha perdido.

La maestra sigue a la espera de una decisión de este colegio católico-concertado y dependiente del Arzobispado de Oviedo que tendrá la última palabra sobre si la readmite y en qué condiciones o apartarla definitivamente. "No podemos estar polemizando todos los días en la prensa", sostiene el director, Miguel Ángel Campos antes los reproches que verbaliza la profesora. La dirección se remite nuevamente al comunicado emitido días atrás y matiza tan sólo un aspecto, cuando aseguraron en su versión inicial que la afectada no le había dado clase al joven. "Es un dato menor que la profesora le diese clase de religión en sexto de primaria", explica el director. También confirmó que, tras estar en contacto con ella a través de otras personas durante los últimos días, ahora "la comunicación está interrumpida", concluye Miguel Ángel Campos.

La tercera pata de la historia, el adolescente, trata por su parte de asumir lo ocurrido. Su entorno más próximo mantiene la veracidad de la relación que ambos mantenían desde hacía tiempo y que excedía de lo que podría ser normal entre profesora y alumno. Sostiene que poseen pruebas que evidencian la relación que mantuvieron y que si todavía no interpusieron una denuncia contra la maestra apartada temporalmente de la docencia, que no han descartado por completo, es porque entendían que la actitud de la mujer fue "un error" y preferían "no hacer más daño". "Sabemos que tenemos razón y tenemos pruebas", llegó a comentar el padredel alumno en una red social en la que también tuvo palabras para la profesora. "Deja a mi hijo, porque te juro que si sigues presentamos la denuncia", espetó en relación a los argumentos de ella, negando el vínculo entre ambos. El entorno del menor, al que están apoyando moralmente sin descanso, también está asesorado legalmente para afrontar este difícil episodio por el que están pasando.

Los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional, por su parte, actuaron de oficio al tener constancia de los hechos. Tras examinar los mensajes existentes entre ambos implicados descartaron que el contenido de los mismos supusiese un delito al carecer, al menos los que les exhibieron, de contenido sexual. Historia distinta es que esos mensajes pudiesen verse como "inapropiados" teniendo en cuenta que se enviaban entre una profesora de 34 años y un alumno de tan solo 15.

Los agentes de la Ufam, tras asegurar que no encontraron ningún motivo constitutivo de un delito penal, han remitido ya su informe a la Fiscalía de Menores para que tome una decisión al respecto. Es el fiscal quien examinará las pruebas y optará por actuar o no de oficio en el caso de que no se llegase a presentar denuncia alguna contra la profesora. El lunes, el centro retomará las clases y el equipo directivo tratará de tomar una decisión al respecto, pensando siempre en el interés mayor del alumnado.