"Fue tan de repente que solo pude cubrirme la cabeza con las manos y esperar a que parase". Todavía nerviosa y con restos de ceniza y hollín que no hacían más que evidenciar la tragedia vivida hacía escasos minutos, Sonia Alén, vecina de Paramos relataba los traumáticos hechos que la dejaron, junto a su familia, sin casa.

Y es que su domicilio se encontraba muy próximo a la nave donde se produjo la detonación. "Nosotros estábamos en casa y escuchamos un sonido horrible. Se me vino el techo encima y lo único que quería era saber dónde estaban los niños", recuerda asustada Sonia. Su primera imagen tras el estallido fue el de su hija herida. "La niña corrió hacia mí y vi q que se le estaba quemando la cabeza y también tenía la espalda quemada", lamenta esta vecina. La menos junto con otras joven fueron trasladados a un centro hospitalario, y según precisaba la mujer, ambas se encontraban fuera de peligro.

Tras la explosión, ella y su familia salieron a la calle donde contemplaron la viva imagen de la desolación. "Intentamos salir por encima de los escombros y ya vimos que estaba todo todo destruido, mi hermana que vive por detrás también tenía la puerta destruida", añadía Sonia.

Esta vecina también corrió a socorrer a uno de los heridos que se encontraba atrapado bajo los escombros de su casa. "Logramos sacarlos de ahí, pero como nosotros, lo han perdido todo", lamentaba.

En total se calcula que al menos una docena de viviendas han quedado completamente destruidas mientras que las afectadas pueden ascender a un centenar. "Yo estaba comiendo tras llegar de trabajar y de repente me saltaron todos los cristales y persianas. Me provocaron varios cortes y cuantiosos daños en la casa", comentaba otra vecina, cuyo episodio es similar al de muchos de los vecinos de la parroquia.