Eran las 16.25 horas cuando el cielo tembló y la tierra se estremeció en Tui. Una violentísima explosión en un almacén pirotécnico clandestino, ubicado en la nave anexa a una vivienda en la parroquia de Paramos, hacía saltar por los aires todo lo que alcanzó en un radio de 300 metros. Una persona fallecida, 30 heridos -aunque no se teme por la vida de ninguno-, una veintena de viviendas completamente destruidas y más de un centenar dañadas es el trágico balance de un siniestro que todavía puede cobrarse más víctimas. Al menos hay cuatro desaparecidos y se desconoce si estaban o no en sus domicilios cuando se produjo la explosión.

La onda expansiva se sintió en Vigo, e incluso en O Morrazo y O Grove. Miles de cristales saltaron por los aires y en el centro de Tui viviendas y locales también sufrieron desperfectos. Y es que causó la rotura de cristales en un radio de cuatro kilómetros.

El propietario de la pirotecnia, Francisco R., acudió al lugar del suceso nada más conocerlo y algunos vecinos le recriminaron lo ocurrido. Colaboró con la Guardia Civil, que poco después procedió a su detención acusado de presuntos delitos de homicidio imprudente y estragos públicos. El Juzgado de Instrucción 1 de Tui, en funciones de guardia, se hizo cargo de la investigación, según informó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Anoche dormía en los calabozos de la Comandancia de Pontevedra a la espera de pasar a disposición judicial en las próximas horas.

Explosión en Tui (Pontevedra) | Así fue este miércoles negro

Explosión en Tui (Pontevedra) | Así fue este miércoles negro

La comisión judicial se trasladó anoche hasta el lugar del suceso para proceder al levantamiento del cadáver de la persona fallecida. Al parecer se trata de una mujer magrebí, cuyo dos hijos menores se encuentran en el hospital Álvaro Cunqueiro y su marido esta desaparecido.

El alcalde de Tui, Carlos Vázquez Padín, manifestó que el taller de la pirotecnia "La Gallega", situada a unos 3 kilómetros en la parroquia e Baldráns, fue precintado por cuestiones urbanísticas y aseguró que las autoridades municipales desconocían que el material pirotécnico que explotó estuviera almacenado en el anexo de la vivienda de Paramos. Curiosamente un sobrino del detenido, que dormía en la casa, salió con vida tras el potente estallido.

Entre el pulular de las ambulancias y los coches de bomberos, decenas de vecinos se echaron a la calle para ayudar a las víctimas. Enseguida montaron una cadena humana por los caminos para indicar a los servicios de Emerxencias, incluidas las ambulancias, como llegar al lugar de la explosión. Era fácil seguir el rastro a la catástrofe: cristales de ventanas rotas, tejados que habían volado, marcos desencajados... Numerosos cartuchos de pólvora de grandes dimensiones sembraron los caminos, mientras importantes cantidades de azufre y nitrato potásico pasaron a la atmósfera. El humo lo cubrió todo.

Los afectados seguían en shock. Pocos sabían que su vecino guardaba el material pirotécnico en la nave de Paramos, y los que lo veían entrar y salír creían que guardaba algo, pero no tal cantidad de explosivos.

El mundo se desplomó sobre el vecindario y todavía no sabían como habían logrado salir ilesos. Algunos mostraban cortes en manos, cuello... pero agradecían "estar vivos", pese a que se han quedado sin nada "con lo puesto", aseguraban desolados.

Los TEDAX finalizaron anoche la retirada del material explosivo, mientras los bomberos actuaban en la "zona cero" en busca de posibles atrapados. Uno de los heridos alertó a los servicios de emergencias de que en el interior de su casa, totalmente colapsada, había tres personas que no conseguía localizar.

El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, explicaba en Paramos que los servicios de Emerxencias no habían podido acceder todavía a las viviendas más afectadas y los Tedax se ocupaban de investigar el punto de la explosión, a la vez que anunciaba la llegada de perros especializados en búsqueda de personas y una gran carpa portátil de Cruz Roja con capacidad para 50 personas. Sobre el inmueble donde ocurrió la explosión destacó que su entorno está plagado de varas de bombas de palenque.

El alcalde de Tui, por su parte, Carlos Vázquez Padín, ofrecía al centenar de vecinos evacuados la posibilidad de alojarse en un hotel, si bien la mayoría prefería ir a casa de familiares y aseveraba que el causante de la tragedia "era un almacén clandestino lleno de material pirotécnico".

El exalcalde, Enrique Cabaleiro, confirmó que él mismo firmó la orden de precinto de dicha pirotecnia, situada en Baldráns (a unos pocos kilómetros de la vivienda donde se produjo el suceso), en cumplimiento de una resolución judicial por un contencioso derivado de problemas urbanísticos.

"Todo parece indicar que el responsable de la empresa, una vez que ésta quedó precintada, trasladó a esa vivienda particular de un familiar o bien la actividad o, al menos, el material pirotécnico para ser almacenado", señaló.

El ahora arrestado, quien se encuentra en el cuartel de a Guardia Civil en Pontevedra, acudió junto a los efectivos en cuanto se produjo la explosión. Varios vecinos se encontraron con él tras el estallido y no dudaron recriminarle que hubiese almacenado tal nivel de explosivos -se desconoce todavía los kilos que guardaba en la nave- tan cerca de la gente. " En cuanto lo vi le grité, ¿pero tu qué hiciste? y él no supo qué responderme, se quedó callado y agachó la cabeza", reconocía a última hora de la tarde un vecino de la zona.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, mostró su apoyo a los afectados y, a quienes perdieron su vivienda, les ha pedido que "no se preocupen" por los problemas patrimoniales pues recibirán cobertura. "Lo más urgente es saber si hay más víctimas, poder localizarlas e identificarlas", insistió. La Xunta evalúa ahora el impacto de los numerosos daños ocasionados. También el presidente del Gobierno Mariano Rajoy ofreció su colaboración y apoyo.

También acudió al lugar del suceso la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva: "Las imágenes de la zona cero son dantescas, está todo arrasado y es dramático". Silva confirmó que hay alrededor de un centenar de desalojados. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, publicó en su cuenta oficial de Facebook un mensaje de condolencias a las víctimas.