Una de las dos cajas negras del Boeing 737-200 que se estrelló el viernes en La Habana, con un saldo de 110 muertos, se halló "en buen estado de conservación", según informó el ministro de Transporte, Adel Yzquierdo. "La otra (caja negra) debemos tenerla en las próximas horas en manos de la comisión investigadora", añadió.

Las autoridades cubanas elevaron ayer a 110 el numero de fallecidos en el avión, en el que viajaban 113 ocupantes, de los que fallecieron 99 cubanos y 11 de otras nacionalidades.

En la aeronave, un Boeing 737 arrendado por Cubana de Aviación a la compañía mexicana Global Air, viajaban 102 pasajeros cubanos, entre los que se encuentran las únicas tres supervivientes del siniestro, todas mujeres, aún en estado crítico por la gravedad de sus heridas. Hasta el cierre de esta edición se habían identificado quince cuerpos, de ellos cinco niños y diez adultos, especificó el viceministro de Salud, Alfredo González.

Las autoridades cubanas insistieron ayer en que el avión siniestrado tenía toda su documentación en regla.

Varios familiares de las víctimas que residían en Holguín (670 km al este de la capital) fueron trasladados a La Habana para identificar los cadáveres.

En la puerta del Instituto de Medicina Legal de la capital, unos cuarenta familiares aguardaban ser llamados para pruebas de ADN.