Cuatro años de cárcel y la prohibición de aproximarse o comunicarse con las víctimas durante tres por la presunta autoría de dos delitos de maltrato habitual. Es la pena que pide la Fiscalía para un vecino de Trobajo del Camino, en la localidad leonesa de San Andrés del Rabanedo, por supuestamente golpear con una cachava de madera (una especie de bastón) a sus dos sobrinos menores durante el verano de 2016. Los niños, entonces de 6 y 8 años, viven en Vigo, si bien pasaron aquellos meses con el acusado, hermano de la madre de los pequeños. El juicio iba a ser este miércoles en el Juzgado de lo Penal 1 de León, si bien se suspendió ya que la mujer había solicitado un abogado de oficio para ejercer la acusación particular y la solicitud no fue tramitada.

La madre de los niños es natural de A Coruña, si bien desde antes de la época de los hechos denunciados está afincada en la ciudad olívica. El verano de 2016, según explica la mujer, los pequeños estaban con su tío y la previsión es que éste y su mujer los acogiesen durante más tiempo ya que tanto ella como su marido, tras sufrir un desahucio, acababan de encontrar trabajo en distintas urbes -ella en Vigo y él en A Coruña-. "Mi hermano iba a tener la custodia temporal de los dos durante el curso escolar, hasta que estabilizáramos nuestra situación, pero tras descubrir lo que le pasó los traje de nuevo para Vigo", relata sobre lo ocurrido.

Según el escrito provisional de la Fiscalía, el acusado, desde julio y hasta el 9 de septiembre de ese 2016, tuvo residiendo en su domicilio a sus dos sobrinos. "Durante ese tiempo de estancia", refiere el Ministerio Público, agredió al mayor de ellos "con una cachava de madera" en los glúteos y con la mano en cara y cuello "para que el menor comiera". Dado que el pequeño vomitaba frecuentemente la comida, "le obligaba a comer sus vómitos". En una ocasión presuntamente también lo castigó a comer, merendar y cenar de rodillos. En cuanto a su otro sobrino, en el escrito se refiere que también le habría golpeado en varias ocasiones "en la cara" o con la referida cachava.

Indemnización

Cuando la madre acudió a León a junto de sus hijos descubrió que presentaban hematomas, más graves y más numerosos en el caso del niño mayor. Junta a la pena de cárcel y la de alejamiento, el fiscal solicita que el acusado indemnice a los menores con cantidades que suman en total 1.050 euros.

Ahora habrá que esperar a la decisión del juez de lo Penal, si bien si se ratifica la suspensión del juicio para que la madre complete el trámite para la justicia gratuita, las actuaciones, según fuentes jurídicas, podrían retrotraerse de nuevo a la fase de instrucción y ser incluso necesario practicar más diligencias. De hecho, la progenitora presentó ayer una denuncia en el juzgado de guardia de Vigo para ampliar la denuncia hecha en su día. Argumenta que cuando denunció en 2016 lo hizo contra su hermano y la pareja de éste, si bien posteriormente descubrió que en la causa solo constaba el hombre. En el escrito de ayer afirma que esa mujer presenció "los hechos denunciados", además de añadir nuevas cuestiones que le relataron los pequeños, que están a tratamiento psiquiátrico.

Aunque el caso se acabó instruyendo en León, las primeras actuaciones se hicieron en un juzgado vigués, que se inhibió. La defensa del acusado niega los hechos relatados por el fiscal y pide la absolución.