Un policía se atrincheró cinco horas con una pistola en los juzgados de Zaragoza. El agente, que terminó entregándose, estaba de baja médica y tenía un "problema personal". El detenido, de 58 años y destinado en Tudela (Navarra), fue al juzgado para poner una denuncia, pero anunció que pretendía suicidarse e hizo salir a todos.