La estudiante letona Megija Bogdanovica, de 20 años, que el pasado lunes fue hallada muerta en un casa en el concejo de Quirós (Asturias) había ingerido hojas de tejo, especie conocida por la alta toxicidad de sus hojas, corteza y bayas. Según algunos vecinos, la joven preguntó en una ocasión dónde podía encontrar este árbol.

La autopsia realizada en el Instituto de Medicina legal de Oviedo viene a confirmar las sospechas de la Guardia Civil ya que el cadáver fue encontrado en la cama, junto a restos de vómitos y algunas hojas de tejo a su alrededor. La joven disponía de información sobre la peligrosidad que entrañaba la ingestión de sus hojas.

En principio, la Guardia Civil dio por finalizada la investigación al no haber constancia alguna de que se trate de una muerte violenta y sí que haya podido ser por propia voluntad o por una ingesta accidental.