La Audiencia Nacional ha absuelto a la rama española, en la que no había ningún gallego, de una red que enviaba cocaína desde Argentina a España por los puertos de Vigo y Valencia, y que fue desarticulada en 2013, cuando en la empresa Poseidón S.L. de Puerto Madryn, en Argentina, se incautaron 110 kilos de cocaína entre langostinos en mal estado que iban a ser enviados a España. Los cuatro detenidos en Argentina, entre ellos el español Aranda Barberá, han sido condenados a penas de entre 4 y 9 años, si bien han sido recurridas.

Una vez intervenido el alijo en el país austral, se comunicó a las autoridades españolas que habían salido otros cinco contenedores con productos pesqueros y probablemente también con droga, cuatro se dirigían al puerto de Vigo y uno al de Valencia.

Sin embargo en los registros de los contenedores una vez en puerto no se halló ninguna partida de droga. En uno de los envíos, no obstante, faltaban una pila de cajas (similares a las que en Argentina contenían los langostinos y la droga) y había huellas por el suelo del contenedor como si el alijo ya hubiera sido retirado.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pedía 14 años de prisión y multas multimillonarias para uno de los socios de la mercantil Mar Pesca Azul Argentina SRL, que adquirió la mercancía en Mar de Plata donde se cargó en un camión hasta Poseidón SL, para el reetiquetado de las cajas de langostino con cocaína. Con él compartieron banquillo un empleado y el socio de la mercantil Royal Peche SL, como importadora.

El Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional, sin embargo, ha decidido absolverles al considerar que no se ha probado su participación en los hechos, ni que supieran que en los contenedores podría haber droga y no hay nada que se les pueda imputar.