Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte del pequeño Gabriel Cruz, ha escrito su versión de lo sucedido en una carta de 58 líneas remitida al programa de Ana Rosa. Lamenta lo ocurrido con un "quité a la persona que amo lo más grande que uno puede tener", a la vez que sostiene que la muerte del pequeño fue un accidente, lejos del asesinato y la premeditación que sospecha el juez dado que cavó la fosa donde enterraría al niño antes de que falleciera.

En la misiva, escrita desde el centro penitenciario El Acebuche de Almería, asegura que no está "nada bien" y pide perdón a "toda la familia de Gabriel" y a todas las personas a las que ha hecho "daño". "Fue un accidente y siempre lo diré porque es la verdad. Me asusté mucho, el miedo te bloquea y actué así. No fui lo suficientemente fuerte como para decirle a mi pareja, a nadie, lo que había pasado y, poco a poco, me fui metiendo en una bola cada vez más grande", asegura en la misiva.

"Sé que no tengo excusa por el accidente. Quité a la persona que amo lo más grande que uno puede tener, un hijo. Ángel, Patricia, a todos perdón. Tengo una hija y le he hecho mucho daño, espero que ella algún día me pueda perdonar", añade la detenida.

No obstante reclama ser tratada como "persona". "Sé que pasaré el resto de mi vida aquí, pero esto es en lo que menos pienso. Tengo mucho que contar, en cuanto pueda, lo explicaré", apunta a su vez.

En una segunda misiva remitida al programa televisivo, señala que ha podido ver en las noticias las informaciones sobre la muerte de Gabriel relacionadas con la instrucción que sigue el Juzgado de Instrucción número 5 de Almería. "Lo que dicen coincide con mi declaración, pero lo que no veo normal son otras imágenes donde sacan una muñeca de plástico negra, la ponen en una plaza y la queman como si me quemaran a mí", afirma. Intenta defenderse y reitera que "lo mío con Gabriel lo dije y siempre lo diré, fue un accidente".