La narcoabogada cambadesa Tania Varela, condenada a 7 años de prisión por el alijo de más de dos toneladas de cocaína, descargado en Corme por el grupo de David Pérez Lago, con quien mantuvo una relación sentimental, podrá testificar por videoconferencia en el juicio por el asesinato del abogado Alfonso Díaz Moñux, asesinado a tiros en diciembre de 2008. El letrado defendía a Pérez Lago cuando conoció a Tania, que se trasladó a Madrid como pareja del letrado. Ella estaba con él en el coche cuando los sicarios le descerrajaron dos tiros en la cabeza

La familia de Moñux confía en que con el tercer juicio que se celebra ya en la Audiencia Provincial de Madrid contra el noveno de los autores materiales se "cierre" el círculo entorno a los culpables del crimen y que todos estén por fin entre rejas.

La selección del Jurado Popular que enjuiciará a Miguel Ángel Durán, extraditado desde Brasil, comenzó ayer con la selección del jurado popular. La Fiscalía de Madrid solicita 24 años de cárcel por delitos de asesinato alevoso mediante precio y tenencia de armas de fuego sin licencia o permiso necesario. Hoy se realizarán las cuestiones previas y el lunes arrancarán las declaraciones con el interrogatorio del acusado.

Durán era uno de los siete acusados declarados culpables por un jurado popular y condenado a la pena de 23 años de prisión en enero de 2014, aunque el juicio fue anulado, momento en el que aprovechó para huir de España.

Tania Varela, detenida hace un par de semana tras cinco años de fuga en Vilanova i la Geltrú, declarará como testigos pues presenció el crimen ya que estaba en el asiento del copiloto mientras Moñux conducía. La cambadesa podrá comparecer a través de videoconferencia, lo que evitaría su traslado desde la cárcel de mujeres de Barcelona a otro centro penitenciario de Madrid para asistir a la sala de vistas. Tania Varela tenía pendientes tres órdenes de detención por blanqueo de capitales y tráfico de drogas.

Miguel Ángel Durán, al que la Fiscalía vincula de forma directa en el asesinato de Díaz Moñux, colaboró también, según ala acusación, de forma activa en la conjura que a cambio de 60.000 euros le costó la vida al letrado. Ninguno de los nueve procesados ha llegado a revelar quien les encargó el crimen, vinculado al parecer a la desaparición de n alijo de coca.