Tras pasar cinco semanas en prisión provisional por haber engañado supuestamente a una decena de personas de avanzada edad haciéndose pasar por funcionario del Catastro o inspector de Hacienda durante años y en varios puntos de Galicia, Manuel C. V. vuelve a estar en la calle. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra con sede en Vigo dejó en libertad el pasado 2 de marzo a este hombre de 63 años natural de O Pino pero residente en Vigo tras el recurso de apelación presentado por su defensa. La titular del Juzgado de Instrucción 7 en funciones de guardia decretaba a finales de enero su ingreso en prisión preventiva debido a su elevada reincidencia. La causa finalmente recayó en la sala de Instrucción 4, que ratificaba tan solo dos días después este encarcelamiento.
El alto tribunal no le ha impuesto medidas cautelares si bien en otra de las causas que tiene abierta en los juzgados vigueses sí tiene la obligación de comparecer una vez por semana en sede judicial, por lo que su puesta en libertad provisional supondría que esta medida vuelve a estar vigente. Los magistrados entienden que "no ha quedado suficientemente justificada la existencia de un riesgo de fuga" al tratarse el investigado de una persona "mayor perceptora de una prestación y que padece una dolencia", elementos que apuntarían -según el tribunal- a que "no tiene capacidad ni voluntad de realizar con mínima probabilidad de éxito una tentativa de fuga".
La reiteración delictiva fue otro de los argumentos esgrimidos por el juez instructor que ordenó la prisión provisional para Manuel C.V. Sin embargo la Audiencia sostiene en su auto "que no se puede obviar que la mera constancia de una decisión de detención o actuación investigadora por parte de la Policía no puede ser equiparada a la comisión de un delito". Además apunta la posibilidad de que los hechos por los que este vecino de Vigo está siendo investigado "observándolos de forma aislada" podrían constituir "posiblemente" un delito leve (las antiguas faltas), por lo que la pena en caso de condena sería mucho menor.
El auto de la Audiencia también pone en cuestión dos de los delitos por los que el estafador -quien ya cuenta con al menos dos condenas firmes por juzgados de lo Penal de Vigo y una tercera causa próxima a juicio- esta siendo investigado. Si bien apuntan los magistrados que sí "aparecen indicios de la comisión del delito de estafa", no suscriben los ilícitos de revelación de secretos y usurpación de funciones públicas.
Y es que su modus operandi era, según las propias víctimas muy similar: simulaba ser trabajador del Concello, Catastro o Hacienda para cobrar multas inexistentes y captaba la confianza de las personas haciéndose con sus cartas.
Los magistrados recogen que "solo consta una referencia a una presumida apropiación de documentos privados". En concreto en un atestado policial se apunta a que el denunciante sabía que la víctima nació en Salvaterra y que eso solo podría haberlo hecho abriendo la correspondencia. La Audiencia incide en que "las opciones para conocer tal dato son muchas y muy diversas". También le genera "dudas" al tribunal la usurpación de funciones públicas al señalar que el artículo que tipifica este delito en el Código Penal "no sanciona afirmarse funcionario, sino ejercer actos propios del mismo [...] y en el presente caso no se observan".
Amplio historial
Manuel C.V. cuenta con más de 30 arrestos y decenas de víctimas a sus espaldas. Esta última causa, la que llevó a su detención, investiga 6 supuestas estafas cometidas entre 2017 y principios de este año. El sexagenario solía pedir cantidades bajas y su recorrido judicial viene de muy atrás: en 2001, por ejemplo le consta un arresto en A Estrada. Ourense, A Coruña o Allariz también fueron escenarios de detenciones.
