Un golpe con una botella en la cabeza por quienes querían robarle el teléfono móvil, causó la muerte del joven de origen ponteareano Santiago Garrido el día de Navidad en Ibiza, donde residía con su familia. La Audiencia de Palma dio ayer la razón a la familia y ordenó la detención e ingreso en prisión de un sospechoso del crimen e integrante de la banda latina "Los Guasones", C.G.P.H., al que inicialmente el juzgado de guardia dejó en libertad provisional aunque con cargos. El joven ingresó ayer en la cárcel de Ibiza después de que la Audiencia de Palma dictase orden de prisión provisional comunicada y sin fianza tras estimar el recurso presentado por la familia del fallecido contra la decisión del juzgado de guardia.

A pesar de que la Fiscalía reiteró el martes en una vista de apelación su petición de libertad con cargos para "uno de los principales sospechosos" por este caso, la Sala consideró que concurren "los indicios de conjunta participación" del ahora arrestado y de S.G., este último en prisión preventiva sin fianza desde el pasado 15 de marzo, al considerarle el presunto autor material del homicidio y cabecilla de la banda latina.

El siguiente argumento de la Audiencia Provincial para dictar el ingreso en prisión de C.G.P.H. es que no vislumbra "suficiente arraigo enervante" en este investigado, "pues se trata de un ciudadano extranjero, carente de trabajo o bienes acreditados, lo cual permite fácilmente inferir un riesgo de fuga, únicamente conjurable mediante la medida de prisión cautelar".

Como consecuencia de este decisión judicial, la Policía Nacional arrestaron ayer por la mañana a C.G.P.H. y lo trasladaron al centro penitenciario de Ibiza, según confirmaron fuentes policiales.

En los razonamientos jurídicos, la Audiencia Provincial calificó como "totalmente prematuro acordar la libertad de uno de los principales sospechosos". "Además, la Sala destacó que C.G.P.H. declaró que no tuvo una "participación directa en los hechos", sino que sólo acompañaba a las dos menores y a S.G. y que fue este último el que golpeó con una botella a Garrido y el que entregó el móvil robado a un amigo, "contándole lo sucedido". Sin embargo, este amigo aseguró que le contaron que el golpe con la botella lo propinó C.G.P.H. La Audiencia concluye que en definitiva, "quién de los investigados asestó el mortal golpe a la víctima no debe guiar la decisión que ahora corresponda a esta Sala adoptar, sino si entre los coinvestigados radicaba o no un concierto tácito de actuación".