Aún con el susto en el cuerpo, el dueño del velero Siona, una embarcación de poliéster de 9,5 metros de eslora, llegaba ayer al puerto de Cangas al mismo tiempo que su barco. Su velero se había incendiado poco antes, al mediodía, en la ría de Vigo, frente a Chapela, entre As Lagoas y la ETEA. El fuego causó una gran humareda: él se salvó al saltar con su tabla de surf al mar. Conservaba su teléfono móvil, por lo que pudo alertar al 112. Una planeadora del Náutico de Chapela lo rescató.

Había salido de Moaña por la mañana para navegar por la ría, aprovechando la tregua entre borrasca y borrasca, y jamás pensó que el día se le iba complicar tanto. Estaba en la proa cuando comenzó a oler a humo, que parecía proceder del salón. Abrió el camarote de popa y ya se lo encontró lleno de humo, que pronto invadió todo el velero. La zodiac que acostumbra a llevar con la embarcación no estaba. Pero sí su tabla de surf y un remo. Saltó con ella al mar. En la mochila llevaba un teléfono móvil y con él hizo la llamada de socorro al 112.

Apenas llevaba cinco minutos con su tabla en el medio de la ría cuando llegó un barco bateeiro, con base en San Adrián de Cobres, y una planeadora del Náutico de Chapela. Los marineros del bateeiro se ocuparon de apagar el incendio que amenazaba con convertir en cenizas el velero. Aplicaron agua a través de la manguera y así lograron sofocar el fuego. La planeadora recogió al moañés: estaba nervioso, pero no herido. Más tarde llegaría la embarcación de Salvamento Marítimo Salvamar Mirach, que arrimó el velero a su estribor y lo remolcó hasta el varadero de Cangas. También trasladó a Cangas al propietario de la embarcación. Hasta el punto del siniestro se movilizó, asimismo, la patrullera Río Guadalupe de la Guardia Civil.

En el viaje de rescate el afectado tuvo tiempo de comprobar los daños en su embarcación, toda quemada por popa. Él aseguraba que el siniestro pudo deberse a un fallo eléctrico, porque el motor continuaba funcionando incluso después de arrojarse al mar con la tabla de surf. El hombre también comentó que arrojó varias veces el ancla para fondear el barco.