Las autoridades portuguesas y españolas decomisaron unas 2,5 toneladas de cocaína y detuvieron a 10 personas sospechosas de narcotráfico entre América Latina y Europa, informó la policía judicial portuguesa.

Dos toneladas fueron incautadas en un almacén en Lisboa y otros 500 kilos a bordo de coches en la región española de Badajoz, a pocos kilómetros de la frontera, precisó ayer el jefe de la brigada central de estupefacientes portuguesa, Artur Vaz, en rueda de prensa.

La cocaína estaba empacada al vacío mediante paquetes de 1 kilo, decorados con logos de las marcas automovilísticas Rolls-Royce y Mini así como de la película de gángsters de 1972 "El Padrino".

"La droga estaba destinada ante todo a España, para luego ser distribuida en otros países europeos" precisó Vaz.

La policía detuvo a 10 personas, principalmente colombianos y españoles, cuando transportaban el alijo entre Portugal y España, explicó Antonio Duarte, jefe de la Brigada Central de Estupefacientes de la policía nacional española. El tráfico organizado desde Madrid quedó "totalmente desmantelado", explicó el jefe policial.

Las autoridades no quisieron dar una estimación del valor de la cocaína en el mercado. El decomiso récord en Portugal es de ocho toneladas, realizado en 2006.