Los seis acusados por el tiroteo a las puertas del Hospital de Ourense en el que llegaron a registrarse más de 20 proyectiles entre bandas rivales al no aprobar la relación sentimental entre dos de los miembros afrontan penas de prisión de 10 a 13 años cada uno. La Fiscalía los sentará en el banquillo de la Audiencia Provincial por intento de homicidio, daños, desórdenes, tenencia ilícita y atentado. El fiscal centra la responsabilidad penal en 6 hombres: el padre de la chica embarazada, su hermano así como los dos hijos de cada uno. La acusación pública sostiene que la idea de todos era "acabar con la vida" del patriarca del otro clan.