La resolución del caso de Diana Quer casi 500 días después de perdérsele la pista en A Pobra do Caramiñal ha devuelto la esperanza a otras familias que ven como las causas judiciales en relación con sus seres queridos continúan sin respuestas pese a los años transcurridos. María José Arcos, compostelana desaparecida hace más de dos décadas; Sonia Iglesias, pontevedresa de la que no se volvió a saber nada desde agosto de 2010; o Deborah Fernández-Cervera, la joven viguesa cuyo cadáver apareció en una cuneta de O Rosal en 2002 tras desaparecer diez días antes en Samil, son claros ejemplos. Precisamente, los familiares de Deborah han pedido públicamente esta semana que se reabra el procedimiento sobre su muerte para indagar si José Enrique Abuín Gey, "El Chicle", podría tener alguna relación con la misma.

Esta petición no se quedará en meras palabras. El abogado que representa a la familia de la joven de Vigo desde el inicio, Jaime Barreras, y una nueva letrada, María Teresa Rojas, de SOS Desaparecidos, presentarán un escrito ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Tui para que reabra el caso, en la actualidad bajo archivo provisional. Pero no se limitarán a pedir que se investigue la vía de "El Chicle". "El objetivo es que se vuelva a revisar todo el caso", afirma Rosa Fernández-Cervera, hermana de la fallecida, que lucha decidida para que el asunto no quede en el olvido. Considera que la investigación fue "nefasta". Así, solicitarán también al juez que se retomen líneas en las que ya se ahondó para intentar recabar nuevos indicios. Instarán la práctica de nuevas diligencias y harán hincapié en su argumentación en los "fallos" y "errores" que estiman se produjeron durante la instrucción. Unas pesquisas en las que llegó a despuntar claramente un sospechoso que nunca alcanzó sin embargo la condición de imputado judicial.

"Deborah se merece justicia y nosotros descansar tranquilos", clama Rosa. Su hermana desapareció el 30 de abril de 2002 cuando regresaba a casa mientras hacía footing por Samil. Su cadáver desnudo, con unas hojas cubriendo su pecho y su pubis, aparecería diez días después a 40 kilómetros de distancia. En una cuneta de la carretera. Con el devenir de la investigación se llegó a saber que la joven apareció en una falsa escena con pistas trampa que consiguieron despistar durante varios largos años a los agentes.

Autopsia

El resultado de la autopsia no fue concluyente, dejando abierta una doble posibilidad: o bien muerte súbita o asfixia -una sofocación con un efecto blando que no dejó huella-. Ahora, la familia de la joven quiere que se revise la causa y que se indague también en la posibilidad de "El Chicle".

Rosa Fernández-Cervera

"Queremos que se revise toda la causa; mi hermana se merece justicia"