Localizaba a la víctima, intentaba engatusarla con algún engaño y la raptaba, no sin antes arrebatarle su teléfono móvil para tratar de aislarla desde un primer momento y evitar así que las antenas de telefonía siguieran su rastro. Este era el modus operandi de José Enrique Abuín, un "depredador y delincuente multiprofesional"; sobrenombre con el que le han acuñado fuentes de la investigación. Que tanto Diana como la joven que Boiro que logró esquivar las garras de "El Chicle" fueran sus víctimas no es casualidad. Este rianxeiro elegía a chicas jóvenes, morenas y con pelo largo para asaltarlas en lugares preferentemente aislados -en el caso de Diana fue en el cruce del Paseo del Arenal y la calle Venecia de madrugada, donde un repetidor capta su teléfono, mientras en el caso de la otra joven de Boiro el intento de rapto se produjo en la calle Bao a las 22.00 horas- donde nadie pudiera socorrerlas, explica el juez del Juzgado de Instrucción 1 de Ribeira en relación con el patrón de actuación de Abuín Gey.

Fue precisamente el afán de "El Chicle" por el móvil de sus víctimas el que terminó por delatarlo en este caso. Y es que los repetidores de telefonía no dejan lugar a dudas: realizan el mismo recorrido coincidiendo en varias antenas con una diferencia de 37 segundos. De ahí que cuando actuó el 25 de diciembre en el municipio barbanzano lo primero que le obligó a su víctima fue a entregarle el teléfono móvil.

Reevaluar otros casos

Además de enfatizar en la importancia del terminal en el caso, el magistrado instructor también hace hincapié en la alta posibilidad de reiteración delictiva del detenido. A este respecto, los efectivos de la Guardia Civil a cargo de la investigación afirmaron rotundamente: Vamos a reevaluar casos de agresiones sexuales y desapariciones en la zona", según expuso un alto cargo del Instituto Armado durante la rueda de prensa que ofrecieron este pasado martes en A Coruña. En esta máxima ya trabajan los investigadores ya que no descartan que salgan a la luz casos semejantes.

Si estas pesquisan dan sus frutos y finalmente se logra atribuir otros delitos al historial de Abuín, las penas a las que podría hacer frente lo llevarían a una vida entre rejas. Actualmente cuenta con una pena por tráfico de drogas de 2 años y medio suspendida pero que deberá cumplir al cometer otro ilícito. Su familia era conocedora de estos antecentes ya que en la misma operación cayó también su tío. A esto habría que sumarle un mínimo de siete años por la tentativa de rapto de Boiro y al menos otros 15 por el homicidio de Diana (25 si se trata de un asesinato o prisión permanente revisable si se confirma la violación). Los delitos que s ele atribuyen son los peores: Homicidio o asesinato, lesiones, robo, agresión sexual o detención ilegal.