La madre de la joven de Boiro a la que intentaron raptar el día 25 "solo quiere estar tumbada, y desde luego no quiere hablar con nadie". Según sus allegados, lo está pasando francamente mal, "preocupada por lo que pudo haber pasado a su hija y lo que tendrá que afrontar ésta a partir de ahora", ya que su testimonio se antoja fundamental "para condenar con dureza al responsable", presuntamente el rianxeiro José Enrique Abuín, "El Chicle". Dicha mujer, que trabaja ocasionalmente en un negocio de hostelería de Boiro, es consciente de que el papel de su hija "ha sido fundamental para descubrir los restos de Diana Quer". Pero a pesar de que la joven "es como una heroína", su madre "está muy disgustada".